El maestro confitero Jordi Casasayas en su obrador de Can Frasquet, en plena tarea de elaboración de esta gran mona de chocolate negro que pesa aproximadamente quince kilos. | Amalia Estabén

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La gastronomía pascual tiene en el chocolate uno de sus más sorprendentes aliados. Este, transformado en monas de Pascua adquiere las más diversas formas, entre clásicas y novedosas que hacen las delicias de los pequeños y los más lamineros.
En Palma, en el escaparate de Can Frasquet, luce estos días una espectacular mona en forma de castillo, hecha por encargo, de chocolate negro, cuyo autor es el maestro confitero, Jordi Casasayas. Pesa unos 15 kilogramos y se podrá admirar hasta el próximo día 30 de marzo.
El maestro señaló que « la novedad de este año son los huevos de Pascua de diseño, con formas geométricas de chocolate negro, leche y blanco con distintas técnicas de acabado. Sus precios oscilan entre los 20 y 25 euros. Luego están las monas con tres tipos de chocolate, muy artesanales que se yerguen con muchas piezas y tienen la forma de triciclo, coche de carreras, tren, casitas y troncos de árboles con nidos de animales. Estas monas, que suelen ser regalo de los padrinos, cuestan entre 20 y 60 euros».
En Can Frasquet encontramos un dulce mundo de ilusión y sorpresa a través de los huevos clásicos decorados con flores de azúcar y chocolate blanco, con cinco tamaños que incluyen en su interior el tradicional pollito y confites para que los niños hagan sonar la sorpresa. Sus precios oscilan entre los 9 y los 46 euros.
Estos productos -señaló Casasayas- al haber aumentado el precio del chocolate han subido algo su precio tras tres años de mantenerse.