Mateu Alemany. | Monserrat

TW
8

El Real Mallorca ya trabaja para intentar recuperar el derecho del que ha sido desposeído en los despachos. La SAD balear iniciará de inmediato la batalla legal contra la UEFA para recuperar la licencia que le concedió la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el pasado mes de mayo. La exclusión, que sienta un precedente en el concierto europeo, contraviene el auto de la juez María Encarnación González en el que solicitó a la RFEF que se abstuviera de retirar la licencia al Real Mallorca, que ahora estudiará los baremos que se han utilizado con otros clubes en una situación económica similar.

El Mallorca manejaba como uno de sus principales argumentos a su favor el respaldo que recibió de la juez María Encarnación González, que instó mediante un auto con fecha 29 de junio a la RFEF que se abstuviera de retirar la licencia para tomar parte de competición europea. Ahora el club aguarda la posibilidad de que la Justicia también pueda tener un importante peso específico a la hora de recurrir. El organismo que preside Villar concedió la licencia el 14 de mayo y ha contravenido las instrucciones realizadas por la juez, que puso en su conocimiento que se abstuviera de revocarla.

La exclusión del Real Mallorca de la segunda competición continental representa un punto de inflexión en la trayectoria que había trazado hasta la fecha el organismo que rige el deporte rey en el viejo continente. Es la primera ocasión en la que la UEFA revoca una licencia que había sido aprobada por una federación nacional. La SAD balear se puso en alerta una vez que el organismo europeo le volvió a solicitar la documentación que ya había sido presentada y aprobada por la RFEF, que tiene las competencias para conceder los permisos pertinentes. La presión ejercida por el Villarreal obligó a la creación de una comisión para valorar la participación europea de los bermellones, pero ha sido la UEFA la que ha tomado la decisión final.

El Real Mallorca, ante los constantes rumores que suscitó su posible exclusión de la Europa League, ya advirtió que extremaría la vigilancia sobre la situación de los clubes que tomarán parte en la competición continental teniendo una situación económica similar a la SAD balear. El club bermellón considera que se realiza una excepción con su caso, al que se aplica un rigor en el análisis de las cuentas que no había sido utilizado con anterioridad y que supondría un agravio respecto a otros equipos que en peor situación sí dispondría de la liencia UEFA.

El presidente del Real Mallorca, Josep Pons, asumió el mando de las gestiones al intentar ejercer de mediador entre el club y la RFEF teniendo en cuenta que el club no ha estado en los últimos años en el entorno federativo. Al mismo tiempo, Pons también mantuvo contacto telefónico con el presidente de la UEFA, Michel Platini, y trasladó su optimismo al consejo de administración al entender que el saldo positivo de sus gestiones habían encauzado la participación del Mallorca en la segunda competición continental. Sin embargo, la solicitud de información por parte de la UEFA el pasado lunes encendió todas las alarmas y propició un giro de 180 grados en el estado de ánimo de los gestores del club, que consideraron «irregular a todas luces» la petición.