Izquierda: Aina Aguiló, Miquel Angel Sureda, Miquel Cerdà y Andreu Aguiló. | Curro Viera

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El Museu de Pollença ha desarrollado una serie de obras de mejora durante el invierno. Pero al margen de las adaptaciones de la entrada y otros detalles, lo que el visitante más notará es la mejora de su experiencia al contemplar la colección presentada. En primer lugar la adecuación de la iluminación ha creado un ambiente más relajado y en segundo lugar y más importante, la renovación de gran parte de lo expuesto da una mejor idea de la trayectoria de este museo como espacio de difusión y vertebración del arte moderno. Se exponen ahora las piezas más significativas de los últimos 25 años relacionadas con el prestigioso certamen que organiza. Para celebrar todos estos cambios el Museu organizó un sencillo acto cuyo protagonista, sin duda, fue el artista Miquel Cerdà, que ha cedido a esta institución una obra que formará parte de la colección permanente. Andreu Aguiló y Aina Aguiló, responsables del museo, estuvieron acompañados en la inauguración por Miquel Àngel Sureda, responsable del Museu en el Ajuntament.