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El artista Manolo Coronado rinde homenaje a quien fuera su mejor apoyo durante más de 40 años, Miguel Nebot, de Can Bueta. Desde que Nebot descubrió el don para la pintura de Coronado, siempre decidió ayudarle en todo lo que pudiera para que su carrera artística saliera adelante. Por todo el cariño recibido, Coronado expone en su honor en la galería Ses Fragates del Passeig del Moll 2, de Cala Bona (Son Servera) hasta el próximo 5 de agosto.

El murciano es un confeso amante de las artes visuales. «Me considero como un investigador del arte. Soy amante de todo tipo de arte, hacer siempre lo mismo me aburre». En la exposición en Ses Fragates se pueden observar obras de antaño y otras más contemporáneas basadas en la descomposición de las figuras, en los paisajes y en la abstracción. Además de por su arte, si por algo más destaca Coronado es por su carisma y su filosofía artística. «No creo en la inspiración», resalta. En su obra trata de concienciar a la sociedad sobre los problemas existentes en la actualidad. «El artista hedonista es aquel que se vale de la fotografía, de la copia. No le quito mérito, pero no es un creador, es un decorador». Manolo Coronado se muestra crítico con la sociedad artística de hoy. «Echo de menos la relación que había entre los artistas de antaño cuando todos nos apoyábamos. Ahora el arte es muy competitivo». Y apuesta por los jóvenes creadores que, según él, «deben dejarse aconsejar por la gente que tiene más experiencia». Entre estos jóvenes creadores, Coronado destacó la figura de su alumno «prodigio», Carlos Prieto, a quien admira «por su trabajo y perseverancia».

Actualmente, tiene entre manos un mural de 30 metros que prevé acabar en dos meses y una enciclopedia de autor con todas sus obras archivadas.