Imagen de vídeo que muestra los preparativos para llevar a cabo la exhumación de los restos de Simón Bolívar, el héroe de la independencia venezolana, muerto en 1830. | Reuters

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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció el pasado viernes que no asistirá a la toma de posesión del mandatario electo de Colombia, Juan Manuel Santos, y amenazó con romper las relaciones entre ambos países «en las próximas horas» si se mantienen las acusaciones efectuadas contra Venezuela por el Gobierno de Àlvaro Uribe.

«Si siguen con su locura, en las próximas horas voy a romper las relaciones con Colombia. Así lo digo, y eso haría muchísimo más difícil la restitución de las relaciones con el nuevo Gobierno que va asumir el próximo 7 de agosto», afirmó Chávez en declaraciones recogidas por la estatal Agencia Venezolana de Noticias.


Líderes guerrilleros

El Gobierno de Uribe ha solicitado a la Organización de Estados Americanos (OEA) que convoque una sesión extraordinaria para analizar sus denuncias sobre la supuesta existencia de un campamento militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio venezolano, en el que estarían refugiados líderes de esta guerrilla y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

«Aquí no ocultamos a nadie, si por alguna razón algún irregular colombiano pasa a Venezuela no es con nuestra autorización, no tiene el Gobierno de Colombia ninguna sola prueba», defendió el dirigente venezolano, asegurando que las acusaciones del Gobierno saliente colombiano «no tienen fundamento» y sólo buscan «sabotear» a Santos.

Chávez reiteró su disposición a retomar el diálogo con Colombia cuando Santos asuma la presidencia pero señaló que para ello es necesario que las autoridades colombianas mantengan una actitud de respeto hacia Venezuela. «Es una nación hermana, es el mismo pueblo nuestro, yo amo a Colombia, sólo que hay una burguesía que nos odia», indicó el presidente venezolano.

Por su parte, el ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, se reunió el pasado jueves en privado con varios directores de medios de comunicación, a los que mostró vídeos en los que aparecen varios líderes de las FARC y del ELN en un campamento supuestamente situado en Venezuela y del que llegó a dar las coordenadas exactas con la condición de que no salieran a la luz, por motivos de seguridad.