TW
1

Que los ciudadanos pisemos de vez en cuando el campo es muy importante para hacernos una idea de los nuevos sistemas y avances que surgen en la agricultura y, de paso, para coger conocimiento –principalmente los más jóvenes – de dónde y cómo sale gran parte de lo que comemos. También es importante tomar consciencia del trabajo que conlleva todo su proceso hasta que llega a nosotros.

En Son Mesquidassa (Felanitx) se encuentra la plantación de olivos más grande de Mallorca, con unos 130.000 ejemplares (la gran mayoría de la variedad arbequina) y también la almazara más grande y moderna, de unos 2.500 metros cuadrados edificados.

Además de producir aceitunas y aceite, una nueva actividad añadida es la divulgación. Así, se hacen visitas guiadas a toda la finca. Abiertas a toda la ciudadanía, de momento, los más interesados en conocer las instalaciones son grupos de la tercera edad, escolares y también extranjeros, aunque de cada vez más otros segmentos poblacionales también la visitan.

El gerente de la finca, Juan José Alcaide, explica que los visitantes «no se piensan que en la isla podamos tener este campo que tenemos aquí y esta almazara, y con los colegios ahora estamos trabajando con varios directores para poder realizar un proyecto educativo, que los niños en la escuela puedan tener ya una noción de lo que estamos haciendo aquí, en el campo, y explicarles lo que es el aceite», comenta. La idea es que en clase ya se trabaje algo y al llegar a la finca darles un trabajo que hacer, con aceite y aceitunas. «Que los niños empiecen a vivir lo que es el campo y lo que es nuestro aceite y lo que estamos haciendo, que es un producto mallorquín muy bueno y no es necesario tener que ir a buscar de foráneo», comenta Juan José Alcaide.

Balance de la campaña

La campaña de recolección del 2019 fue buena, aunque más floja que la anterior. Se recogieron unas 800 toneladas de aceituna, que dieron unos 115.000 litros de aceite.

Dentro de un súper intensivo (que es el sistema de plantación en Son Mesquidassa) la media está en 10.000 kg por hectárea, «nosotros hemos llegado a los 10.000-11.000, aunque el año pasado llegamos a los 21.000; hemos tenido la mitad porque durante la cosecha pasada estuvo lloviendo y la hoja que cayó cogió mucho repillo (un hongo), y en enero no llovió y eso hizo que todo se fuera retrasando, por lo que hubo menos floración y, en consecuencia, menos aceituna este año», explica el gerente Alcaide.

La recolección de la aceituna se hace con una máquina especial. La plantación está hecha en hileras y sembradas cada metro y medio con un pasillo de 4 metros de ancho para que la máquina tenga buen pasar. Ahora se ha empezado con la poda; se hace de tal manera que facilite el paso de la máquina de recolección.