Sara Supinska muestra cocas de turrón en Santa Magdalena.

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La Navidad ya está prácticamente aquí y los monasterios de clausura preparan sus dulces navideños, productos artesanos que elaboran con mucho esmero y cuya calidad está de sobra asegurada. La gente lo sabe y por ello los reclama, colaborando así a una de sus fuentes de financiación. En el monasterio de la Purísima Concepción de las franciscanas TOR (antiguas capuchinas) están en plena actividad de elaboración de coqui- tos, yemas, estrellitas, mazapanes, panellets, garrapiñadas y el turrón de praliné de almendra mallorquina, uno de sus productos estrella.

La superiora, Paulina González, señala que «nosotras únicamente hacemos los dulces de Navidad durante esta época, hasta la festividad de los Reyes Magos. En el obrador tenemos a sor Inmaculada Abril y la novicia Margarita Riera, de Campos, auténticas artesanas, cada una en su especialidad, y yo misma, que elaboro las cocas de limón». La superiora aclara que «los tenemos a la venta de 10.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.30h., horario que también sirve para visitar el museo que por estas fechas solo abre los sábados, debido a unas obras de remodelación».

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Obrador a pleno rendimiento

En el monasterio de Santa Magdalena es donde la producción es mayor y su obrador en temporada navideña apenas descansa. La madre priora, sor María del Pilar Fernández, explica que «a pesar de tener venta durante todo el año, ahora tenemos mucho trabajo debido a la gran demanda, pues son muchos los mallorquines que refrendan nuestra calidad. Tenemos en el obrador a varias hermanas que realizan su labor con entusiasmo. En cuanto al horario de venta, es de 9.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.00h». En estas navidades las monjas elaboran flores de almendra, roscos de vino y anís, panellets, pedacitos de cielo (masa de mazapán y relleno de boniato), trufas, yemas y naranja imperial, además de sus famosas coques de torró. Una de las hermanas reposteras, Sara Supinska, destaca que «a partir del 16 de diciembre empezaremos a hacer cocas de patata. Aunque se venden bien a diario, van a tener más demanda en Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos.

Otro monasterio que hace dulces tradicionales de Navidad es el de Santa Clara de Palma. Con el deseo de esta comunidad de que «vivan unas navidades llenas del Espíritu de Belén», ponen a la venta hasta diez variedades de turrones artesanos, algunos con receta familiar como el turrón de sa padrina o el turrón de mumare, además de los de yema, café, licor de naranja, de coco, a los que se suman una serie de delicias como los polvorones, mantecados y rocas de almendra, entre otros. En este monasterio también se pueden adquirir lotes de dulces, cuyos precios oscilan entre los 29 y los 125 euros, contenidos en una caja muy especial que incluye una estrella de cerámica. El horario es de lunes a domingo de 9.00 a 15.00 y de 16.15 a 17.35h. Los domingos estarán a la venta de 9.00 a 11.30 y de 16.15 a 18.30h.