En la enorme carpa y terraza de la feria, con capacidad para 1.000 personas, los asistentes disponen de seis estands, que ofrecen mariscos como langosta, bogavante, cigala, chipirones, nécoras y centollos cocidos, mejillones al vapor, a la vinagreta, al albariño o a la marinera; zamburiñas, vieiras al horno o berberechos, entre muchos otros. También hay pescados, como el lenguado o el bacalao a la gallega; arroces de marisco, y una muestra de repostería, como la famosa tarta de Santiago, tarta de queso o el inigualable pan gallego. Lo único que debe hacer el comensal es hacerse con la hoja de pedidos y echar un vistazo a planchas y viveros para escoger sus piezas. Y como no podría ser de otro modo, maridarlo todo con los excelentes albariños y ribeiros gallegos.
Además de la calidad de la materia prima, algo esencial es la experiencia. De los pulpos se encarga la pulpeira Pilar Barroso, de Arcos, en la localidad ourensana de O Carballiño, donde el pulpo es su producto más emblemático. «Llevo toda la vida dedicada a la pulpería y en mi familia se han dedicado desde hace generaciones. La experiencia es la madre de la ciencia, pero la materia prima y cocinar con amor también es importante. Un secreto es que el agua no tenga cal; nosotros la traemos de Galicia», sostiene Barroso, cuyos pulpos no defraudarán a nadie.
La feria abre de martes a sábado, entre las 13.00 y las 16.30 horas y de 20.00 a 23.00 horas, y en domingo, solo en horario de mañana. La música de gaitas en vivo y danzas gallegas también están presentes, y los sábados el día se cerrará con el Conxuro de la Queimada, tradicional ritual gallego con el que se protegían de maleficios y espíritus extraños. La queimada se ofrecerá de forma gratuita entre los presentes. La feria cuenta con sistema de pedidos para recoger: se realiza la comanda en la web www.marisgalicia.es y se recoge el pedido en Son Fusteret.
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