A todas esas voces tremendamente indignadas que se han levantado tras el festival de Eurovisión, descontentos con el resultado, les diría que si no les gusta la temática de la canción ganadora, pueden consumir la que ha quedado segunda, de Croacia, qué habla del éxodo del campo a la ciudad. O bien cualquier otra. Si el festival les parece muy político, les sugiero que voten. Si no les gustan las canciones que enviamos, les sugiero que se presenten, y si no son músicos, les sugiero que inciten a sus bandas favoritas a presentarse en el Benidorm Fest y entonces los voten.

Si no les da la gana de hacer nada de lo anterior, van a tener que quedarse callados.

El festival de Eurovisión puede llegar a ser una catapulta para artistas sin prejuicios. Las canciones se difunden por todo el mundo y son de todos los estilos. Solo necesitamos darle oportunidad, tomárnoslo un poquito en serio y dejar de ser tan críticos.