Nuestro colegio de Montesion emblemático y el mas antiguo del mundo de los jesuitas, y arraigado en nuestra cultura y tradición por generaciones donde muchos mallorquines hemos recibido formación académica y humanística, observamos atónitos su desaparición. La impotencia que siento al ver la explicaciones difusas y nada esclarecedoras por parte del jesuita Toraño en representación y delegado de la Compañía de Jesús para llevar el cierre inminente del colegio es indignante y menospreciando la movilización de antiguos alumnos en defensa de la institución. Le preguntaría al Jesuita Abel Toraño que nos aclarara el porqué de una decisión tan rápida y repentina y el deseo tan acelerado del cierre. También me llama mucho la atención que no hace mucho en el propio edificio se llevo a efecto una serie de reformas y acondicionamiento para los 10 jesuitas que residen en el centro. Otro duda es; qué interés hay tan urgente de llevar a efecto esta transacción mercantil, como digo tan acelerada, ya que como el propio Toraño indica que les va a costar dinero y que "no se hace para ganar pasta". Muchas dudas y que ninguna se ha aclarado en su visita como delegado. Por otro lado, aclarar que me sorprende el desconocimiento por parte de la delegación enviada al cierre y "destierro" de los 10 jesuitas que han entregado su vida a la Compañía de Jesús, lejos de sus familias y de su tierra donde seria de justicia que puedan terminar su vida donde es su casa, que sin duda se lo han merecido. También me sorprende que se presente a estos diez jesuitas como unos ancianos dependientes e inoperantes y mandarlos fuera de Mallorca, ya que algunos de ellos continúan en activo ejerciendo su labor sacerdotal y cultural atreves de artículos de prensa, publicación de libros etc. Por ultimo estos jesuitas destrozados siguiendo el voto de obediencia no han podido manifestar su opinión, que tal vez el Obispo Sebastián Taltavull debería escucharles estando en su Diócesis.