11 años de vergüenza patrimonial

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Palma tiene un potencial patrimonial enorme. No es ninguna exageración. Lo que pasa es que muchos elementos son ignorados por nosotros, los ciudadanos. O estamos excesivamente acostumbrados a verlos, o simplemente los desconocemos. Y aquello que no se conoce, no se puede amar... tampoco proteger, conservar, restaurar, admirar, dar a conocer, etc. En concreto, hoy quería destacar el magnífico portal barroco de la Basílica de San Francisco y su Inmaculada apoteósica, obra de Francisco Herrera.

En general, toda la plaza de San Francisco tiene un encanto especial. Su distribución ha mantenido, en gran parte, la forma original de la clastra del convento. La vista del conjunto llegando desde la calle San Francisco, dejando atrás Santa Eulalia, es impresionante. Pero entiendo que pueda haber algún lector que piense que exagero... La gran cantidad de coches aparcados, sumados a los contenedores temporales que durante la tarde se sitúan bien en medio de la plaza, no son de categoría para una postal. Una de las mejores plazas de la ciudad, maltratada y poco aprovechada. Pero volviendo a la fachada del templo, quizá algunos ya no se acuerden de como era sin la espantosa red azul que a modo de protección se colocó ante un desprendimiento. ¿Cuánto hace de ello? 11 años. Demasiado tiempo sin un estudio que diagnostique su problemática y sin una restauración. 11 años dan para mucho, especialmente para la acumulación de excrementos de paloma y porquería. ¿A nadie le importa esta situación? ¿Queremos seguir siendo una ciudad culturalmente de tercera, o tomaremos el nivel y la responsabilidad que nos corresponde?