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Tailandia se rindió a los encantos de Jorge Lorenzo. El piloto mallorquín ha iniciado una breve gira por el sudeste asiático antes de arrancar oficialmente sus vacaciones, y su paso por Bangkok ha causado sensación. El subcampeón del mundo de MotoGP se dio un baño de multitudes en la fábrica Thai Yamaha Motor y en el principal concesionario del país, el Yamaha Rider's Club.

En su primera escala, tuvo la oportunidad de conocer a los responsables de la marca de los tres diapasones en Tailandia, así como a los trabajadores de los diferentes departamentos. Esa nación es un mercado potencial de entidad para Yamaha, que produce la Fino de 115 centímetros cúbicos, el modelo más vendido en aquel país.

Espectáculo
El cierre de la jornada le hizo embutirse de nuevo en su mono de competición para probar la Yamaha YZF-R1, personalizada con su dorsal 99 y los colores oficiales, para protagonizar una exhibición culminada con un espectacular burn out ante 800 personas que arroparon a Jorge, que volvió a subirse a una moto tras su paso por el quirófano, con el fin de extirparle la placa de titanio insertada en su clavícula izquierda desde 2005.

Indonesia será la siguiente parada del balear, que se ha convertido en todo un referente para las personas que, desde las diferentes fábricas, se encargan de hacer más grande a Yamaha.