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Valladolid 1 - 1 Sevilla

Real Valladolid: Jaime; Rukavina, Rueda, Valiente, Balenziaga; Ebert, Rubio, Víctor Pérez, Larsson (Bueno, min. 65); Óscar y Javi Guerra.

Sevilla CF: Palop; Coke, Fazio, Cala (Alberto, min. 58), Navarro; Navas, Maduro, Hervás (Perotti, min. 64), Reyes (Israel Puerto, min. 87); Rakitic y Negredo.

Goles: 1-0, min. 40: Javi Guerra; 1-1, min. 61: Negredo, de penalti.

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Amonestó a Cala, Hervás, del Sevilla; y Marc Valiente y Ebert, por parte del Real Valladolid.

Real Valladolid y Sevilla empataron a uno en un partido insulso en su primera parte y eléctrico en un segundo período en el que el cuadro andaluz llevó el peso del juego y propició un intercambio de golpes del que no salió un ganador y que aleja al Sevilla de la pugna por entrar en la Liga Europa.

En el primer tiempo, repleto de imprecisiones, Javi Guerra adelantó a los vallisoletanos cerca del descanso, mientras que, en el segundo, Negredo hizo el empate de penalti y disfrutó de numerosas ocasiones dada la mayor producción ofensiva visitante, que pudo costarle cara si el Real Valladolid hubiese culminado alguno de sus contraataques.

El Real Valladolid acudía a este envite con la única ausencia del central portugués Henrique Sereno, lesionado, mientras que Unai Emery no pudo contar con Botía, sancionado, ni con el portero Beto y el centrocampista Kondogbia, ambos lesionados.

En los primeros compases del partido, el Real Valladolid apostó por dominar el balón y controlar la posesión mientras el Sevilla buscaba la velocidad de Navas por el costado derecho.

Así, el conjunto andaluz forzó un córner que Cala remató con la testa a la cara de Rukavina. En la jugada siguiente, una falta lanzada por Ebert rozó el larguero.

El Sevilla se armó rápido, presionó cada vez con más ímpetu y asfixió la salida de balón del equipo vallisoletano, no tan templada como en otras ocasiones.

El medio del campo estuvo muy poblado al presentarse ambas defensas bastante adelantadas. Las posesiones fueron cortas e infructuosas por parte de uno y otro pero con el paso de los minutos, ayudado por el viento a favor, el Real Valladolid trenzó con mayor paciencia y abusó menos del balón bombeado.

Aparecieron las primeras triangulaciones en el conjunto local y también en el Sevilla, pues intentó poner algo más de paciencia a la hora de tratar el balón. Fruto de ello, Navas recogió el esférico en el balcón del área y buscó el segundo palo con rosca, pero su disparo resultó centrado y repelido por Jaime.

No obstante, unos y otros siguieron siendo esclavos del fútbol un tanto atropellado y no terminaron de dominar a su oponente y crear ocasiones claras de gol. Parecía como si el miedo a recibir el primer golpe atenazase el desparpajo de los jugadores.

Pero ese primer golpe llegó y precisamente tras un error en la entrega del Sevilla unos metros por delante de la medular. Entonces, Ebert catapultó el contragolpe, se asoció con Óscar en pared y metió un pase profundo y certero hacia el desmarque de Javi Guerra, quien batió a Palop con finura.

Un tanto que dejó al Sevilla frío y que significó la última acción reseñable antes del descanso.

La reanudación fue movida y nada más empezar Negredo controló de forma defectuosa un balón largo que le dejaba solo en el uno para uno con Jaime. Ocasión que dio fe de la declaración de intenciones del conjunto sevillista, más suelto e incisivo.

Esto también propició que el Real Valladolid contara con más espacios para contraatacar cuando conseguía despegarse de la insistencia del Sevilla, que disfrutó a los diez minutos de juego de una nueva ocasión en la cabeza de Negredo a centro de Navas. Su testarazo fue centrado y abortado por Jaime.

El Sevilla rondó el tanto embotellando al Valladolid y este llegó en el minuto 61, de penalti. El colegiado, a instancias de un juez de línea, decretó mano de Valiente dentro del área a centro de Navas. Negredo, de disparo raso y al centro, batió a Jaime y devolvió las tablas al marcador.

Un tanto que no colmó las ansias del Sevilla, que siguió volcado, pero el Real Valladolid no se arredró en el intercambio de golpes y asustó a su adversario a la contra. De este modo, y merced a la lucidez de Óscar, Ebert recogió el esférico dentro del área y estrelló el cuero en el travesaño.

Oportunidad a la que respondió Negredo con un disparo que desvió Jaime. El ariete del Sevilla, apenas dos minutos más tarde, volvió a ganar la espalda de los centrales y erró el uno para uno con el cancerbero blanquivioleta. Compases en los que la escuadra de Unai Emery acumuló un mayor número de jugadores de carácter ofensivo (entraron Alberto y Perotti) y maniató al Real Valladolid.

El bloque local sufrió con cada ataque del Sevilla, pero también se topó con un equipo partido cada vez que se encaramó a las inmediaciones de Palop. De hecho, Javi Guerra falló una ocasión inmejorable a centro de Ebert cuando sólo tenía que empujar el balón dentro del área pequeña.

Última ocasión clara del partido que finalizó con el Sevilla poniendo más corazón que cabeza y el Real Valladolid conteniendo sus embestidas para, de este modo, sellar un empate que le deja muy cerca de la permanencia.