El Molinón es uno de los campos de Segunda División con más pedigrí. Buen lugar para reaccionar.

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El Molinón es la gran fortaleza del Sporting del Gijón. El rival del Mallorca este domingo tiene en su estadio un fortín donde se siente seguro, sólido, firme, casi imbatible. De los 17 partidos disputados solo ha perdido uno, ante el Betis (1-2); ha empatado 6 y el resto, 10, los ha resuelto con victorias. 36 puntos ha sumado en su estadio en lo que va de temporada y es el cuarto equipo con más victorias en casa.

Las bajas debilitarán mañana al equipo que dirige Miquel Soler. Sin Xisco Jiménez ni Yuste y sin Pereira, que finalmente no entra en la convocatoria, el equipo está excesivamente justo para abordar la fortaleza sportinguista.

Las individualidades de Marco y Arana, la rapidez de Joselu son los puntos más sólidos a los que puede aferrarse el Mallorca para ilusionarse con sumar en uno de los campos donde más difícil es hacerlo. Los últimos precedentes fuera de casa del Mallorca no terminan de invitar al optimismo.

El entrenador del Mallorca indicó en su última rueda de prensa que para tener opciones de sacar algo positivo de Gijón hay que presentar un plan como el que puso en funcionamiento en la segunda parte en Sabadell o durante casi todo el partido en el Mini Estadi. Ahí el Barcelona cayó ante el Mallorca por dos goles a cuatro y el conjunto rojillo ofreció una de sus mejores versiones lejos de su estadio.

Agarrarse a ese espíritu, invocar al juego colectivo y asociativo y a la solidaridad sobre el terreno de juego son claves para tratar de abordar el reto de puntuar ante el Sporting. El precio que tendría una victoria sería mucho más que el de los tres puntos.