PALMA REFORMAS MONUMENTO SA FAIXINA FOTO JAUME MOREY | Alejandro Sepúlveda

TW
9

Tras la decisión de Cort de mantener en pie el monumento al crucero 'Baleares aunque retirando los elementos franquistas, la Memoria de Mallorca señala «preferimos estar muertos en las cunetas con dignidad que formar parte de un monumento franquista». Son las duras declaraciones de la presidenta de Memoria de Mallorca, Maria Antonia Oliver, que acusó al Ajuntament de Palma de «haber abierto las heridas de las víctimas del franquismo al no haber derribado el monumento de Sa Feixina». Así, señaló que esta decisión «errónea y muy grave ofende a todas las víctimas del franquismo y a cualquier demócrata» y, por ello, dijo que antes de que éstas compartan una placa con sus verdugos, hubiera preferido que el Consistorio palmesano «deje el monumento como está y si quiere, vuelva a colocar al marinero con el brazo levantado e incluso puede poner los aguiluchos y una esvástica, ya que todavía tendría un sentido».

Reacciones

Por su parte el PP aprueba la conservación del monumento de Sa Feixina al no incumplir la Ley de Memoria Histórica. El grupo municipal del PP de Palma valoró positivamente la decisión del Ajuntament de conservar el monumento de Sa Feixina en recuerdo de las víctimas del crucero Baleares, una vez comprobado que no incumple la Ley de Memoria Histórica. El PP recordó también que planteó una propuesta de conservación del monumento para ser llevada al pleno municipal, y que decidió retirar para evitar la politización del debate.

ARCA señala que se ha tomado la mejor decisión. El portavoz de la entidad, José Pascual, aseguró que Cort ha tomado la mejor decisión y «Mallorca ha ganado porque no se ha eliminado un elemento integrado en Ciutat y complemento de una plaza como es el monumento de Sa Feixina».

La plataforma Centro Histórico agradece la decisión de la alcaldía. Marisé Fernández Segade, portavoz de la plataforma, aseguró ayer sentirse satisfecha con la decisión de Cort de no derribar el monumento ya que es el recuerdo de una tragedia, no un símbolo político.