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El Consell de Mallorca aprueba hoy, con la abstención del PP, un nuevo reglamento de funcionamiento para aproximarse, con todas las matizaciones, al de un Parlament. El nuevo reglamento prevé crear una comisión de control que se reunirá una vez al mes y que servirá para plantear preguntas e interpelaciones al consell executiu.

Eso sí, la presidencia del pleno y la del 'gobierno' sea la misma. Para cambiar esa duplicidad sería necesaria una reforma de la Ley de Consells.

Sin aludir expresamente a este punto, el conseller de Presidència insular, Cosme Bonet, reconoció que para cualquier reforma para ir más allá, sería necesaria una nueva Ley de Consells. Bonet dijo que esa ley tendría que aprobarse por consenso y que, seguramente, ya quedará para la próxima legislatura. También señaló que era imprescindible aprobar una nueva ley de financiación. Es una asignatura pendiente.

Modelo de Consell

El nuevo reglamento, que mantiene el carácter secreto de las deliberaciones del gobierno insular, se ha tenido que adaptar a las prescripciones de un informe de la Secretaría General, que el PP difundió ayer, y que planteaba varias objeciones al proyecto que cuenta con el apoyo del resto de partidos. Con el nuevo reglamento, la Comisión de Urbanismo se separa de la de Patrimonio y su composición será proporcional a la del pleno. En la anterior etapa se modificó.

El portavoz de los 'populares' en el Consell, Jaume Font, abrió el año reclamando un debate sobre «el futuro del Consell».

A juicio del líder de los 'populares' habría que «repensar» el papel de la institución. Font propone, incluso, no aceptar más transferencias esta legislatura hasta que se clarifique el modelo. Font entiende que ahora se duplican competencias.

Una parte del PSIB coincide con la necesidad de abrir un debate en profundidad sobre los consells, aunque no quiere que el PP le marque las pautas ni los tiempos. El Consell es una institución que comparte competencias locales y autonómicas.