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Su inicio en la figuración y el encuentro definitivo con su lenguaje, a mediados de los ochenta, son el punto de partida de la revisión que la artista Maria Carbonero (Palma, 1956) hace a sus treinta años de trayectoria pictórica en un exposición itinerante que se inaugurará el próximo viernes en el Museu de Menorca bajo el título Maria Carbonero. 1985-2010.
La pintora, designada por el Govern balear Artista de l'Any 2010, reconoce que «desde pequeña era una obsesión pintar personajes». Ahora, esas mujeres protagonistas indiscutibles de su trabajo; su acercamiento y análisis del ser humano, y su inquietud por conocer el mundo han sido recogidos en una selección de más de un centenar obras seleccionadas por los comisarios de la exposición, Bel Font y Guillem Frontera.
Las escenas taurinas de Carbonero; sus mujeres solitarias, desoladas, perdidas o angustiadas, o sus influencias africanas pueden verse en esta muestra en la que, además, se incorporan sus últimas producciones y algunas piezas inéditas, según explicó la artista, quien confesó que este reconocimiento es «un estímulo para seguir trabajando».
La pintora explicó que en su obra tiende «a eliminar elementos superfluos y a quedarme con lo esencial». «Sus rostros recuerdan a los de Giacometti», puntualizó al respecto Guillem Frontera, quien también destacó cómo las historias de Carbonero «te implican y te involucran».
Con motivo de la exposición, que visitará el Casal Solleric de Palma en marzo, se ha editado un catálogo que, por décadas, va desgranando el trabajo de esta mallorquina «de larga trayectoria, que ha despertado el interés de toda la crítica y la curiosidad de otros, como Umbral», dijo el director general de Cultura, Pere Joan Martorell, quien subrayó que este propuesta promocionará el arte de Balears en el exterior durante todo el año.