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La homologación del Palma Arena puede haber entrado en una fase decisiva. El presidente de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), Juan Carlos Castaño, muestra su optimismo ante «la buena disposición mostrada por la UCI» tras un reciente encuentro entre el máximo dirigente de la Española y el organismo, y no duda que «se ha hecho un buen trabajo, cumpliendo con las peticiones que realizó la UCI, por lo que no tengo dudas de que el Palma Arena se homologará, aunque debemos esperar su respuesta», explicaba el rostro visible de la Española, que estos días visita la Isla con motivo de la Challenge y con el objetivo de cerrar otros aspectos, como el relacionado con el papel de la RFEC en el CEAR de ciclismo en pista que tiene al velódromo de Ciutat como cuartel general y a Joan Llaneras como abanderado. De hecho, el equipo rector de la instalación, a través de la RFEC, hizo llegar a la UCI una nueva solicitud de homologación de la pista, una vez finalizados los trabajos de mejora dirigidos por Sander Douma, que elaboró un completo informe, y que siguieron las pautas reflejadas en el anterior informe, que dio marcha atrás a la validación internacional del velódromo que albergó los Mundiales de 2007.
Obligación
Castaño mantuvo una cita con los responsables de la UCI hace dos semanas «y tratamos este tema. Es la única instalación de este tipo en España y tenemos muchos planes en ella. Las sensaciones son buenas y mi opinión es que se acabará por homologar».
El lugar de la RFEC en el CEAR es otro de los temas prioritarios para Castaño. «Falta cerrar un convenio entre nosotros, el CSD y el Govern para fijar las pautas de colaboración, pero sabemos que este proyecto es fundamental para el ciclismo», admite el dirigente, siendo la Fundación el modelo legal que se plantea como una de las opciones más fiables. «Balears es una potencia mundial de pista, con los Llaneras, Tauler, Alzamora o Timoner, además de corredores de futuro, como Albert Torres, y tener a Joan (Llaneras) al frente, es una garantía», prosiguió, antes de destacar a la Challenge como «una cita cuyo mérito de estar a punto de alcanzar veinte ediciones es mayor en estos tiempos. Además, su formato es perfecto y supone un reclamo más en una isla que cree en el cicloturismo».