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El Ayuntamiento de Villar de Cañas (Cuenca) también se ha postulado para albergar el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares.
La decisión se adoptó por unanimidad el viernes 22 de enero por la noche, en un pleno municipal al que sólo acudió un vecino.
El Ayuntamiento de Villar de Cañas, una localidad conquense de 463 habitantes situada junto a la A-3 (autovía de Valencia) y cerca de la provincia de Toledo, tiene cinco concejales, cuatro del PP y uno independiente, y está gobernada por el 'popular' José María Saiz Lozano.

El Ayuntamiento inició el pasado mes de septiembre los estudios previos a esta decisión y, tras analizar los «pros y los contras», llegó a la conclusión de que «es muy bueno para la comarca».

El Ayuntamiento ha tenido en cuenta la repercusión económica del proyecto del ATC en la comarca, así como la posibilidad que ofrece para fijar población, pues el almacén lleva aparejado un centro de investigación, «que es lo que más nos interesa».

Coherencia y dignidad
La corporación municipal decidió por «coherencia y dignidad», porque «aquí ninguno vivimos de la política ni estamos a sueldo de Enresa», y desde la convicción de que, «si se está a favor de la energía nuclear, en algún sitio hay que almacenar los residuos».

Con Villar de Cañas, ya son tres las localidades españolas -dos de ellas castellanomanchegas- que optan al ATC, después de Yebra (Guadalajara) y Ascó (Tarragona).

La presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, eludió ayer pronunciarse sobre la candidatura de Villar de Cañas y aseguró que la decisión compete al Gobierno central y requiere «consenso social».

A juicio de Cospedal, «no es de recibo que el Gobierno de España dé la callada por respuesta y el ministro de Industria esté desaparecido».