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El PP lanzó ayer a tres consellers insulares a cuestionar el funcionamiento del Consell de Mallorca e insistir en la que será su propuesta estrella durante este año pre-electoral: la necesidad de replantear el funcionamiento de la institución y reformular sus competencias.
Abrió el fuego el portavoz del PP, Jaume Font, que se centró en la necesidad de suprimir el departamento de Turisme, «que no aporta nada» y no asumirá nuevas competencias durante este mandato. Siguió Fernando Rubio, que planteó la necesidad de suprimir Televisió de Mallorca y que ésta se convierta en el segundo canal de IB3. Antonia Perelló culminó la ofensiva cuestionando el día a día del consells y los supuestos desajustes en el pago de subvenciones y el fraccionamiento de contratos. El gobierno insular rechazó todas las quejas del PP y acusó a Font de hacer demagogia.
Casi al final del pleno, el equipo de gobierno retiró del orden del día una propuesta que llevaba como 'despacho extraordinario' y con la que pretendía dar cumplimiento a uno de los acuerdos tomados durante la discusión del presupuesto: el recorte, en un 15% de las asignaciones económicas, o dietas, que perciben los grupos según el número de puestos que obtuvieron en las elecciones.
Faltaba un conseller
El PP, el grupo más numeroso, había mostrado su discrepancia en privado antes del inicio de la sesión. Presidencia retiró el punto del orden del día. Los 'populares' admitieron luego que ellos se habían opuesto. Tampoco el equipo de gobierno hizo nada por defenderla y llevarla al pleno. Algunas fuentes señalaron que la ausencia de un conseller de la mayoría (Antoni Alemany, que se repone de una intervención quirúrgica) les llevó a a no insistir ayer demasiado en este asunto.
Lo que establecía la propuesta, que no llegó a debatirse, es la rebaja de un 15% de las cantidades que se dedicaban a gastos de funcionamiento del los grupos, quedando en 2.271 euros mensuales por grupo, además de 344 por cada uno de los consellers. El PP tiene 16. Estas cantidades son al margen de la dieta mensual por asistencia a plenos.
Al margen de las propuestas del la oposición, el Consell aprobó la remodelación del organigrama del Consell tras la renuncia (y no sustitución) de Joan Lladó en Interior y el nombramiento del responsable de la agencia de disciplina urbanística y la aprobación del reglamento de un foro social vinculado a la estrategia de la Agencia Local 21.
Jaume Font, con su empeño en rechazar nuevas competencias y evitar que se dupliquen competencias, protagonizó los momentos más álgidos de la sesión. El líder 'popular' llegó a decir que «se me ponen los pelos de punta sólo de pensar que el Consell pueda llegar a asumir competencias en Agricultura» e instó a que no se aceptará ninguna competencia mal dotada económicamente.
Durante el pleno, el conseller de Cultura, Joan Font, se comprometió a solventar los problemas del Teatre Principal, a los que el PP también aludió durante la sesión plenaria.