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El presidente del Govern, Francesc Antich, defendió ayer a ultranza la reconversión de la planta hotelera de la Platja de Palma, no sólo para Balears, sino como ejemplo para toda España de cómo debe llevarse a cabo la modernización de un sector clave para la economía de Balears y de la industria turística del país.

Antich hizo estas declaraciones con motivo de la visita que realizó en la mañana de ayer -poco antes de abandonar el acto por las nuevas detenciones del 'caso Voltor'- a dos hoteles de la Platja de Palma, uno en plena fase de renovación integral (Iberostar Royal Cupido) y otro completamente reformado y con una oferta de turismo de salud de primer nivel (Grupotel Playa de Palma Suites&Spa).

El president afirmó que que la nueva oferta de alojamiento turística debe «huir de la clásica caja de zapatos en favor de instalaciones con luz, amplios espacios, más comodidad, sostenibles y medioambientales».

El president recorrió ambos hoteles acompañado por la portavoz del Govern, Joana Barceló; el conseller de Turisme, Miquel Ferrer; y la alcaldesa de Palma, Aina Calvo.

También estaban presentes la comisionada del plan de reforma integral de la Platja de Palma, Margarita Nájera; el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Antoni Horrach; el presidente de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma, Francisco Martí; y el presidente de la Agrupación de Cadenas y director general de Iberostar para España y el Mediterráneo, Aurelio Vázquez.

En la presentación de las obras del Royal Cupido, Aurelio Vázquez informó que la inversión prevista era de 6 millones de euros, «con los que pasaremos de un hotel concebido en los años 70, a una con todo los equipamientos y con una concepción acorde con la actual demanda vacacional y desarrollo sostenible».

Asimismo, dijo que los 6 millones de la reconversión del Hotel Royal Cupido son pagados íntegramente por el sector privado. De esa cantidad total, un millón se acoge al préstamo de «preferencia» fijado en un interés del 1,5% gracias al Plan Renove. Y de ese 1,5%, la mitad, el 0,75%, debería abonarlo el Govern balear, «lo que no ha hecho hasta ahora a pesar de que se comprometió en su día a ello», puntualizó Vázquez.