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El Mallorca B no pudo con un Badalona que jugó 34 minutos de la segunda parte con un hombre menos y que marcó a 20 minutos del final.
Al equipo de Jaume Bauzá le faltó instinto asesino cuando, a los dos minutos de la segunda parte, el árbitro expulsó injustamente a Larios por tocar el balón con la mano después de recuperarlo a ras de suelo. Parecía que el Mallorca B se iba descaradamente a por el triunfo con tres ocasiones en apenas cuatro minutos. Pero el equipo balear se fue desinflando y acabó en manos de un rival que tiró de su veteranía para asegurarse un triunfo en el día que estrenaba técnico e indumentaria.

El encuentro comenzó muy bien para el Mallorca B, que a los 40 segundos del inicio dispuso de una gran ocasión al recibir el balón Martí dentro del área y disparar a media altura ajustando al palo de la portería.

El partido prometía y el Badalona se hizo rápidamente con el control del juego aunque sin crear peligro alguno. Los escapulados jugaron muy adelantados y lograron que el Mallorca B no se sintiera cómodo con el balón en los pies. Pereira fue el jugador por el que pasaba la mayoría del juego balear en ataque. Una falta del francés en el minuto 27 dio a Truyols la única ocasión clara de marcar en el primer tiempo, pero el central mallorquín no acertó a disparar fuerte dentro del área. El bagaje ofensivo del Badalona no fue mucho mejor en los primeros 45 minutos, teniendo su mejor ocasión en el minuto 35, cuando Kevin evitó sobre la línea de cal un gol cantado de Robles.

No se habían jugado ni tres minutos de la segunda parte cuando el árbitro enseñó la segunda tarjeta amarilla a Larios y dejó a los locales con uno menos en el campo.

El Mallorca apretó el acelerador en los minutos posteriores a la expulsión pero las jugadas individuales de Dani y Kevin no acabaron en gol.
El Badalona se hizo fuerte atrás y la entrada de Sidibé le dio más consistencia en el centro del campo. El africano fue quien recuperó el balón y se lo dio a Blanco en el minuto 68 para que se sacara el centro al segundo palo, donde Diego Torres marcó un gol cuando menos se lo esperaban sus aficionados.

Los mallorquinistas se bloquearon durante muchos minutos y no ofrecieron ninguna respuesta al gol local. Además, perdieron la superioridad numérica a nueve minutos para el final, cuando Tejera vio la roja directa por dar una patada por detrás a Diego Torres en el centro del campo. El filial rojillo intentó la igualada con las jugadas a balón parado sin éxito.