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El papa Benedicto XVI mantuvo ayer una charla en el Vaticano con Susanna Maiolo, la mujer de 25 años que le tiró al suelo durante la pasada Misa del Gallo, informó la Santa Sede. El encuentro, «breve», según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, se produjo al término de la audiencia pública de los miércoles, en una sala anexa al Aula Pablo VI del Vaticano.
Maiolo expresó al Papa su «pesar» por lo ocurrido y le pidió perdón, y Benedicto XVI le manifestó su perdón y se interesó por su salud.
La ítalo-suiza Susanna Maiolo, de 25 años, ya intentó durante la Misa del Gallo de 2008 acercarse hasta el Papa para saludarlo. No lo logró en aquella ocasión, pero no se dio por vencida.
El pasado diciembre volvió a intentarlo y viajó a Roma para participar en la Misa del Gallo. Logró una invitación y se ubicó cerca de una de las dos vallas colocadas en el centro de la basílica de San Pedro, que forman un pasillo por el que se desplaza el Papa para llegar hasta el Altar Mayor. Cuando el Pontífice pasaba cerca de donde estaba, la joven saltó la valla y a pesar de la inmediata intervención de la escolta logró llegar hasta Benedicto XVI y agarrarle el palio (estola), haciéndole perder el equilibrio y caer al suelo.
El Pontífice, ayudado por los ceremonieros pontificios, se levantó, reanudó la procesión y ofició con normalidad la misa del Nacimiento de Cristo.
Peor suerte corrió el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años, que acompañaba al Papa, quien cayó también al suelo y se rompió el fémur derecho, por lo que tuvo que ser operado en el Policlínico Gemelli de Roma.