Rafael Nadal cerró el círculo en Málaga diciendo adiós a su carrera deportiva en la eliminación de España de la Copa Davis en los cuartos de final ante Países Bajos. Se acabó el tenista y ahora empieza su eterno legado, el que ha ido forjando durante más de dos décadas de carrera deportiva con esfuerzo, talento, pasión y determinación. Para siempre quedan la gloria de sus éxitos, los valores que ha destilado dentro y fuera de las pistas y en el presente y para el futuro el reconocimiento al mejor deportista español y de los mejores de la Historia que en su adiós dejó claro que le gustaría que le recordasen por «ser una buena persona de una pequeño pueblo de Mallorca».