En la imagen dos ciudadanas son atendidas en una de las más de 400 oficinas de farmacia que hay en Balears. Todas las boticas están en contacto, por vía telemática, por el Servei de Control de Medicaments i Productes Sanitaris, que les alerta sobre los productos que deben ser retirados de la venta, la mayoría a instancias de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. | Efe

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Los medicamentos y productos farmacéuticos no son siempre seguros ni reúnen la calidad necesaria para ser distribuidos entre la población. El Servei de Control de Medicaments i Productes Sanitaris de la Conselleria de Salut retiró el año pasado del mercado un total de 8.907 unidades de medicamentos de uso humano.

Durante 2017 también fueron retirados 552 productos alimenticios, 16 medicamentos veterinarios y 7 productos sanitarios (audífonos, prótesis, cuñas...) por falta de calidad, problemas de etiquetado o por publicidad que puede ser engañosa.

Así lo indica la jefa del Servei de Control de Medicaments i Productes Sanitaris, Maria Ángeles Rojo, explicando que desde el año 2005, en que se aprobó el decreto 71/2005 por el cual se creó la red de alertas sobre los riesgos para la salud derivados de los medicamentos u otros productos farmacéuticos, se trabaja intensamente para garantizar la calidad de los fármacos y de los productos sanitarios utilizados por la población.

Una de las de las funciones que tiene este departamento es la de tramitar las alertas para que las oficinas de farmacia, centros de salud, hospitales y los centros en los que se venden productos sanitarios los retiren en caso de que sea necesario. El año pasado se tramitaron un total de 826 alertas. La mayoría fueron de productos sanitarios (665), comunicaciones por medicamentos de riesgo (13) o por la detección de medicamentos ilegales (8).

Informatización
El 99 % de las alertas llegan a la Comunitat autónoma a través de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios y el uno por ciento restante por las labores de inspección llevadas a cabo desde Salut. Rojo explica que Balears dispone de un sistema telemático al que están conectadas todas las oficinas de farmacia, las empresas distribuidoras de productos farmacéuticos y los centros sanitarios públicos y privados.

A través de este sistema se notifican las alertas y se avisa de la retirada de los productos que se efectúa en un plazo de 24 horas. «Los establecimientos que venden productos veterinarios no suelen estar conectados a la red de alertas, por lo que se les avisa por fax», afirma la jefa del Servei de Control de Medicaments i Productes Sanitaris.
Las retiradas de medicamentos por defectos de calidad son medidas preventivas.

Es importante destacar que, en muchas ocasiones, el defecto de calidad detectado afecta a un único envase, sin embargo se ordena la retirada preventiva del lote de fabricación completo al que pertenece, para evitar cualquier posible riesgo para la salud en el caso de que unidades adicionales pudiesen estar afectadas.

Baleares registró el año pasado un total de 1.548 notificaciones de reacciones adversas a medicamentos, la mayoría notificadas por profesionales sanitarios (1.305) y laboratorios farmacéuticos (231). La Conselleria de Salut ha puesto en marcha este mes una campaña dirigida a la ciudadanía para informar de las reacciones adversas que pueden causar los fármacos y la importancia que tiene notificar estas respuestas nocivas para mejorar la seguridad de los medicamentos.

El Centro de Farmacovigilancia ha editado un total de 32.000 trípticos y 2.000 pósters que se han distribuido por los centros de salud, hospitales y farmacias de las Islas.