Archivo - Fachada del edificio del Parque de Recerca Biomédica de Barcelona (PRBB). | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha constatado que los microorganismos pueden viajar largas distancias en la troposfera, ha informado el centro impulsado por la Fundación La Caixa en un comunicado.

Muestras de aire tomadas a altitudes de hasta 3.000 metros sobre Japón revelan la presencia de una amplia gama de microbios, algunos de ellos potencialmente patógenos para el ser humano, transportados a miles de kilómetros por aerosoles procedentes del noreste de China.

El estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', señala que los patógenos pueden viajar por el aire, pero se sabe poco sobre la diversidad de microbios que pueden sobrevivir a grandes altitudes, donde las condiciones son duras.

El investigador Icrea en ISGlobal Xavier Rodó ha asegurado que se conoce que por encima de cierto punto en la troposfera --llamada capa límite planetaria-- ciertos materiales pueden desplazarse largas distancias, pero que no sospechaban que «microorganismos viables pudieran estar allí también».

Rodó ha afirmado que el estudio es «único» en el sentido que ha realizado 10 vuelos troposféricos para examinar la diversidad microbiana a grandes altitudes, mientras que la mayoría de los estudios se han realizado a pocos metros sobre el suelo o el océano.

Utilizando un avión Cessna, Rodó y un equipo internacional realizaron diez estudios aéreos entre 1.000 y 3.000 metros por encima de Japón, partiendo del aeropuerto de Chofu, cerca de Tokio.

Todos los vuelos se planificaron para seguir las corrientes de viento procedentes de Asia continental en lo que se conoce como puentes troposféricos, que conectan aire de regiones distantes del mundo, y se analizaron 22 muestras de filtros de aerosol.

Hongos y bacterias detectados

Mediante secuenciación de ADN, el equipo de investigación identificó más de 266 géneros de hongos y 305 géneros de bacterias asociados a los aerosoles, algunos de ellos potencialmente patógenos para los seres humanos, otros animales o las plantas.

El cultivo de algunas de las muestras permitió demostrar que las bacterias recogidas del aire eran viables y que algunas eran resistentes a los antibióticos de uso común.

En los días muestreados, las muestras de vuelo y de tierra fueron muy similares en cuanto a diversidad microbiana, lo que puede explicarse por el descenso del aire desde grandes altitudes hasta el suelo.

Rodó ha remarcado que el estudio revela «por primera vez» que una gran diversidad de microbios que se propagan por las corrientes de viento a miles de kilómetros de su origen por intensos túneles de viento que se forman a algunos kilómetros de altura en la troposfera.