Con Sexy Sadie, como con cualquier debate dirimido bajo los parámetros de la pasión, no existe término medio. Para unos son el mascarón de proa del rock alternativo, mientras sus antagonistas los tachan de grupo de pobres recursos técnicos que, de tan sobrevalorado, termina haciéndose antipático. Su directo es el mejor banco de pruebas para salir de dudas, y ahí la propuesta de los mallorquines llega al hueso. Pese a juntarse de forma ocasional, siguen siendo uno de los referentes indiscutibles de la nación alternativa porque mantienen el tono de una máquina perfectamente engrasada, con una capacidad de ejecución que nada tiene que envidiar a la de un grupo en activo. Sus canciones maniobran entre claroscuros, un puñado de piedras preciosas que hablan de desolación, amor y supervivencia acudiendo al cliché pero elevándose por encima de él.
Nadie dijo nunca que Sexy Sadie fuera una banda de acceso sencillo ni flechazo instantáneo, con ellos siempre toca estrujarse las neuronas, sus conciertos no son el lugar propicio para ponerse al día de la vida de los amigos mientras se apura un vaso de cerveza. Los primeros acordes de ‘I Gota Go’ evidenciaban que conservan todo su predicamento musical, un sonido tan opaco como de costumbre, pero fueron los momento más melódicos los que acortaron distancias con los militantes de la causa que, tras hora y media de concierto, seguían alzando los brazos reclamando más tralla.
Tras los conciertos, el público estiró la madrugada en la sala contigua. Eva Amaral arrancó su sesión con el timón firmemente fijado al sonido Manchester. Primal Scream y Stone Roses, sus dos primeras selecciones.
1 comentario
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A mí me encantaron los Indian Summer... Creo que es un grupazo para festival. Sonaban muy bien, mejor incluso que en Spotify... Directo potente sorprendente!! Los Sexy Sadie absolutamente en su línea... Mantienen el tipo con los años!!