PALMA. PATRIMONIO. Las máximas responsables de la orden jerónima viajan a Mallorca para allanar la situación del Convento de Sant Jeroni . Sor Natividad y sor Maria Victoria, ayer en Sant Jeroni . Se reunirán con las instituciones implicadas en el futuro del convento. MAS FOTOS EN EL DISCO DEL 27-07-2016 | J. TORRES

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Cuando la pasada semana el Colegio de Consultores de la Diócesis y el obispo Javier Salinas anunciaron que buscarían otra orden religiosa para ocupar el convento de monjas jerónimas de Santa Elisabet de Palma, conocido como Sant Jeroni, y que se crearía una comisión para decidir su futuro, fueron poco claros o estaban contraviniendo las disposiciones del papa Francisco en su reciente constitución apostólica titulada 'Vultum Dei Quaerere. Sobre la vida contemplativa femenina', en la que el prelado deja claro que esa acción solo corresponde a la Santa Sede. El Obispado no puede tomar una decisión de este tipo porque no es el propietario del monasterio, aunque lo haya inmatriculado a su nombre en el Registro de la Propiedad. Un juez lo decidirá tras la demanda interpuesta por las monjas a dicha inmatriculación.

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En las conclusiones de la 'Vultum Dei Quaerere' (Buscar el rostro de Dios), se señala en su artículo 8, apartado 1, que «cuando no subsistan los requisitos para una real autonomía de un monasterio, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica [organismos del Vaticano] estudiarán la oportunidad de constituir una comisión ad hoc», es decir, específica, para estudiar el caso en cuestión.

Esta comisión, según el papa Francisco, deberá estar integrada por el obispo de la Diócesis donde se ubique el convento, la presidenta de la federación [en este caso la de conventos de monjas jerónimas], la abadesa o priora del monasterio en cuestión y el asistente federal, que en el caso de las jerónimas es un monje cisterciense. Este asistente se nombra desde Roma y tiene el deber de asesorar y defender a la orden religiosa que le ha sido encomendada.