Rafa Ferra, en una imagen promocional

TW
0

Hace veinte años, Si le doy cuerda a mi vida revitalizó un mercado discográfico mortecino. Lo hizo desde la humildad y el esfuerzo, sin pegarle codazos a nadie. Aquél disco primerizo de Rafa Ferra no se hizo con el éxito y notoriedad que merecía, pero hoy nadie duda que la magia y el carisma envolvente de aquellas canciones sigue muy vivo. La Movida de Palma acoge este viernes, a partir de las 22.00, la velada en la que el mallorquín celebra el 20 aniversario de su soleado LP de debut.

Ferra rememora la grabación del disco homenajeado: «Se hizo en analógico, en cinta, pero suena muy bien, muy guitarrero, con una voz muy inocente y joven. Es difícil hacer sonar así un disco hoy día, hemos ganado en facilidades pero perdido autenticidad», reflexiona.

Visto en perspectiva, Si le doy cuerda a mi vida le catapulta a una época en la «no sabía si era cantautor o cantante de un grupo rock». Estos años le han subido a una atalaya de madurez, desde donde divisa el «éxito como parte del camino, no como un objetivo concreto». Su filosofía del negocio musical tiene mucho que ver con tres sabios consejos recibidos: «De Manolo García, perseverar. De Marta Botía, sonreír cuando canto, y de Pep Suasi, disfrutar cuando sales a escena». Sin duda, una receta que le ha servido para no ser flor de unos pocos días. Y para comprender que no es lo mismo arte que hartar. Y Rafa Ferra -máscaras fuera- muestra claros indicios de lo primero, con canciones que sin ser ningún hallazgo generacional suenan redondas.

Sería reduccionista y absurdo catalogarle como el artista de moda, pero su carrera perdurará a poco que le acompañen la inspiración y coherencia de la que hace gala en su último sencillo, La luz que hay en ti. De momento, Ferra adelanta que «en 2017 habrá novedades, pero quizá sean en formato single, acompañadas de buenos video clips».