Cientos de manifestantes expresaron ayer en la capital paquistaní su apoyo al régimen talibán de Kabul.

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AGENCIAS-WASHINGTON El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, advirtió ayer a los terroristas que deberán hacer frente a la ira de Estados Unidos en una guerra que durará «varios años», según indicó en una entrevista a la cadena estadounidense NBC. Cheney señaló que al contrario de la Guerra del Golfo, donde el enemigo era clara y fácilmente localizable, esta guerra se enfrenta a una red de terroristas que se encuentran entre Egipto y Uzbekistán.

«Lo que tenemos que hacer es desmontar esta red», declaró. Estos grupos y aquellos que les apoyan, entre ellos los gobiernos, deben comprender que deberán enfrentarse a «toda la cólera de los Estados Unidos de América». Citó especialmente a la Yihad Islámica en Egipto y a los extremistas en Uzbekistán. Al igual que indicó el sábado George W. Bush, Cheney designó al millonario de origen saudí Usama Bin Laden como principal sospechoso de organizar los ataques contra Nueva York y Washington.

En el mismo sentido se expresaba poco después el presidente estadounidense en una nueva comparecencia ante la opinión pública. Bush manifestó su intención de llevar a cabo una «cruzada» para «librar al mundo de los malvados» tras los atentados del martes, pero advirtió que ésto «llevará tiempo», apelando a la paciencia de sus compatriotas.

Bush subrayó, a su regreso de Camp David, su intención de enfrentarse no sólo a los terroristas, sino también a los que los apoyan. «Ha llegado el momento de ganar de manera decisiva la primera guerra del siglo XXI», aseguró, al bajar de su helicóptero en la Casa Blanca.

El presidente norteamericano afirmó que ha obtenido una respuesta «muy positiva» de sus conversaciones con los dirigentes de países como Pakistán, India o Arabia Saudí para recabar ayuda en la búsqueda de los responsables de los atentados terroristas del martes.