Un total de 36 parejas en situación de crisis han recurrido al Punt
de Trobada desde su creación en octubre del año pasado. Se trata de
una iniciativa de la Conselleria de Presidència del Govern balear y
del Poder Judicial que pone a disposición de matrimonios separados
con problemas de relación un espacio para visitas tuteladas de los
hijos o intercambio de los menores entre cónyuges.
De esos 36 casos, 21 se refieren a visitas tuteladas a los hijos
por parte de un progenitor, y en los demás casos, los padres
acudieron para realizar el intercambio de los menores, según
explicó la responsable del Punt de Trobada, Marilén Villalonga.
La buena acogida de esta iniciativa ha supuesto que el centro
esté el borde del colapso y pronto se deberá abrir una lista de
espera. «Los jueces recurren cada vez más a esta posibilidad y ya
nos han empezado a llegar casos de los juzgados de Inca y Manacor.
Y si éstos se ponen a la altura de los de Palma no habrá sitio
suficiente, pues resulta imposible atender más de 40 casos en un
fin de semana, ni más de cuatro visitas al mismo tiempo», explicó
la responsable.
Pese al trastorno que puede suponer tener que estar en lista de
espera para poder visitar a un hijo, Villalonga reconoció que «aún
es mejor esta situación que la que tenían muchos padres antes de
que existiera este servicio, pues, en algunos casos, llevaban más
de dos años sin ver a sus hijos porque una orden judicial se lo
impedía y ahora, en cambio, el Punt de Trobada les ha abierto una
posibilidad».
En el centro, situado en el número 65 de la calle General Riera,
en la Escola Infantil Mare de Déu de la Salut, trabajan los fines
de semana un equipo de educadores y psicólogos que cuentan con un
presupuesto anual de seis millones.
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