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PEDRO PRIETO
A decir verdad, no estuvo desacertado IB3 incluyendo en su oprimer día de programación el telefilm «L'amo de Son Quint», inspirado en la historia de l'amo Andreu Oliver, el hombre que creía que nunca se iba a morir, pero que al morirse sin haber hecho testamento, originó uno de los más espectaculares juicios que tuvieron lugar en los años 90, por la disputa de la herencia, en el que Catalina Fullana demostró que su padre era l'amo Andreu muy a pesar de Trinidad Riera, su mujer, que mantenía que eso era imposible al ser éste estéril. Como se explicó días atrás en estas páginas, el telefilm «L'amo de Son Quint» fue dirigido por Miquel Verd y Joan Ortega, siendo Monturi su escenario natural. La intención primitiva era hacer una serie de tres capítulos, pero finalmente se decidió reunirlos a los tres en uno. Los tres personajes mas importantes de esta historia, l'amo Andreu, Trinidad Riera y Catalina Fullana han sido intepretados por los actores Santi Pons, Asun Planas y Diana de Guzmán, respectivamente.

Catalina Oliver Fullana, hija natural de Andreu de Oliver y promotora del juicio a través del cual demostró que éste era su padre, estuvo pendiente de la pequeña pantalla, según reconoció ayer, cuando hablamos con ella. Desde el inicio del telefilm, Catalina Fullana no perdió detalle de cuanto apareció en la pequeña pantalla durante los casi ochenta minutos que duró. Antes de entrar en detalles sobre lo que le pareció «L'amo de Son Quint», Catalina quiso poner de manifiesto su desacuerdo con lo que manifestó en Ultima Hora La actiz Asun Planas -en la película Trinidad Riera-, respecto a su padre «al que llamó canalla... Y ya me dirá usted de que le conocía para llamarle así». Eso hizo que, según aseguró, Catalina Oliver Fullana se desplazara hasta Son Bugadellas, a los estudios de IB3, «preocupada por lo que había leído, lo cual no me gustó nada», cosa que expresó a la persona que de esta cadena la atendió y tranquilizó «diciéndome que en todo caso eso era una alegoría, pero que en la película no se decía nada malo contra mi padre».

Viendo la película no le gustó, por ejemplo, «que hayan dicho los nombres reales, más cuando aquella señorita me aseguró que los nombres que salían eran ficticios, lo cual no fue así puesto que son los auténticos, María es María, Trini es Trini, Catalina es Catalina... Del mismo modo que pusieron Son Quint, a Trini la hubieran podido poner Margarita. O Pepa. ¿O no? Por lo demás... Bueno, no queda nadie mal. A mi padre lo presentaron como un hombre que quería a la mujer que tenía y que deseaba quedar bien con la otra. Y en cuanto a mí... Pues que no tuve ninguna culpa por haber nacido ni de todo este lío. Sí, el argumento no estuvo mal... Puede que algunas fechas estuvieran equivocadas. Porque cuando Trinidad y Andrés se casaron yo ya tenía tres años. Yo nací en el 38 -recuerda- y ellos se casaron tres años después. ¡Ah, bueno sí..! Tampoco me gustó cuando estoy en el noviciado y parece como si aquel sacerdote se viniera conmigo y luego nos casáramos. Y eso no es así, no es cierto... Yo salí de aquel lugar porque no estaba bien, porque estaba enferma, lo cual me impidió hacer los votos, ¿entiende? Yo sólo era novicia... Y en la película parece que me confieso con aquel cura, que luego se queda conmigo y que nos casamos al final. Eso es lo que parece. Pero, repito, no es cierto. Pero lo que de verdad no me gustó -insiste- es que esta chica me engañó con lo de los nombres».