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La infanta Cristina comienza a declarar en esta jornada del juicio del caso Nóos, acusada únicamente por el sindicato Manos Limpias como cooperadora necesaria de dos presuntos delitos fiscales que se le imputan a su marido, Iñaki Urdangarin, cuya declaración se ha prolongado durante tres jornadas. La Infanta se enfrenta al tribunal después de que su marido la haya exhimido de toda participación en los negocios del Instituto Nóos, al igual que a su suegro, el Rey Juan Carlos I. Precisamente una mención al Rey emérito mediante un correo electrónico no admitido como prueba ha provocado un "tirón de orejas" a la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, por parte de la magistrada que preside el tribunal, Samantha Romero.

La declaración de la Infanta en el juicio del caso Nóos estaba prevista inicialmente para el 26 de febrero, cerrando el turno de declaraciones de los 17 encausados. Sin embargo, la cita se ha ido demorando a medida que se prolongaban durante varias jornadas las declaraciones de los testigos de más peso, como Diego Torres, quien insistió en que la Casa Real supervisaba todas las actividades de Nóos; Iñaki Urdangarin, quien también se ha escudado en sus asesores y en el asesoramiento de García Revenga, secretario personal de Cristina de Borbón y de su hermana Elena; y el que fuera el contable de todo el entramado empresarial, Marco Antonio Tejeiro. La Infanta habrá sido la última de los 17 acusados en declarar, tras finalizar este jueves la declaración de su marido y la de Salvador Trinxet, el asesor a quien se le atribuye el diseño de la red de empresas pantalla que supuestamente utilizaron Urdangarin y Torres para la evasión fiscal de los ingresos obtenidos por el Instituto Nóos. Este asesor solo ha respondido a las preguntas de su abogado.

Expectación

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Los preparativos ante la declaración de la hermana del Rey han sido numerosos. La semana pasada las defensas de la Infanta y de Iñaki Urdangarin se reunieron en Palma para coordinar sus respectivas estrategias. No en vano se trata de la primera vez en la historia reciente de España que un miembro de la realeza es juzgado, una circunstancia que se produce después de que las tres magistradas que presiden el tribunal del Caso Nóos rechazaran aplicar la doctrina Botín a la infanta Cristina, como pedían tanto sus abogados defensores como la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

Durante la fase de instrucción del caso Nóos, la infanta Cristina ya prestó declaración ante el juez José Castro, quien siempre ha defendido que la hermana del Rey debía sentarse en el banquillo de los acusados. En aquel momento, Doña Cristina respondió reiteradamente con las expresiones "no me consta" y "no lo recuerdo" al largo interrogatorio del juez.

Hasta la fecha, entre los imputados que ya han declarado en este juicio, solo el excontable del Instituto Nóos y de varias de las empresas relacionadas, Marco Antonio Tejeiro, ha hecho referencia a la Infanta, a quien ha desvinculado de la gestión del día a día en el entramado empresarial dirigido por Iñaki Urdangarin y Diego Torres, aunque sí ha detallado que los exduques de Palma tenían empleados ficticios y cargaban gastos personales a Aizoon, la empresa cuya titularidad comparten al cincuenta por ciento. El marido de Cristina de Borbón también se ha referido a su esposa al ser preguntado por la abogada de Manos Limpias, haciendo hincapié en la nula participación de la Infanta en la gestión de Aizoon.

Con la declaración de Cristina de Borbón el juicio del caso Nóos llega al final de la primera etapa, que continuará con la declaración de los centenares de testigos llamados a declarar. Además de la Infanta, falta por declarar Salvador Trinxet, el asesor a quien se le atribuye el diseño de la red de empresas pantalla que supuestamente utilizaron Urdangarin y Torres para la evasión fiscal de los ingresos obtenidos por el Instituto Nóos.