Consumo recibe más de 7.000 reclamaciones anuales. | Ana Largo

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El Govern recibe a lo largo del año más de 7.000 reclamaciones de usuarios que piden su mediación para resolver un posible fraude en una relación de consumo. Pese a que las cifras de reclamaciones, inspecciones y sanciones crecen, todavía hay muchos ciudadanos que desconocen que disponen de esta herramienta para defender sus derechos.

¿Cómo llamar a la puerta de Consumo?

Las reclamaciones se pueden presentar presencialmente, con cita previa, en la sede de la Dirección General de Consumo, en la calle Jesús, o vía telemática, a través de la web del Govern. Este 2017 se implantó una mejora del sistema telemático que no exige al usuario disponer de DNI electrónico. Desde entonces, se presentaron por esta vía un total de 855 reclamaciones, lo que supone una diferencia de 400 reclamaciones más que en 2016 y de 500 más, respecto a 2015.

Una vez presentada toda la documentación que podría acreditar la existencia de un fraude en la relación de consumo, el expediente es estudiado y el consumidor es asesorado. «Si desde el departamento de atención se corrobora, el expediente inicia su camino y las auxiliares contactan con la empresa señalada para que presenten alegaciones a la reclamación para iniciar la mediación si fuera necesario». «Si comprobamos que las alegaciones son ciertas o la empresa reconoce que actuó mal, se resuelve y se cierra el expediente».

¿Qué ocurre una vez resuelta la reclamación?

Con independencia de cómo se resuelva finalmente la reclamación para el usuario, la Dirección General de Consumo gracias a ésta puede actuar y abrir un expediente a las empresas que han podido cometer fraude e imponerles una sanción por vulnerar los derechos de los consumidores. «Desde Consumo animamos a la gente que reclame, se puede hacer incluso desde el móvil, porque va en beneficio de los consumidores y también de las empresas», apunta el director general Francesc Dalmau.