En concreto, un centenar de auxiliares técnicos educativos, 70 orientadores y 72 psicólogos «para garantizar el bienestar emocional de cualquier alumno». «Todos merecen aprender en equidad, trabajando la inclusión con el resto de la clase y normalizando el hecho de que todos somos diferentes y aprendemos de distinta forma», ha señalado. «Eso nos hace más plurales, diversos y ricos como sociedad. Queda mucho camino y lo vamos a seguir recorriendo de la mano de quienes más lo conocéis», ha prometido ante la presidenta de la Federación Española de Dislexia, Sara Gamero, o la fundadora y el presidente de Disfam, Aracelia Salas y Iñaki Muñoz.
Futura ley
Poco después, la presidenta autonómica se ha desplazado a Inca para acudir a la celebración del 50 aniversario de la Fundació Joan XXIII, que trabaja para la inclusión sociolaboral de las personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Allí ha destacado la intención del Govern de poner «su grano de arena» con una futura ley de atención primaria en la que está trabajando la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales y la importancia de aspectos como «un diagnóstico precoz, itinerarios de acompañamiento lo más individualizados posibles, formar profesionales y cuidar de quienes nos cuidan». Por ello, ha remarcado, uno de los hitos de los que más orgullosa se siente de su tiempo al frente del Ejecutivo regional es de la instauración de la gratuidad del ocio adaptado, que antes suponía «un esfuerzo muy importante» para las familias y las entidades del tercer sector. Así, ha propuesto «caminar hacia la concertación del ocio adaptado» para que se consolide como «un derecho que ha venido para quedarse». «La verdadera inclusión es que niños puedan estar donde más felices sean y donde mejor acompañados estén», ha concluido.
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