La acusada en el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Nacional de Madrid. | Efe / Mariscal

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La joven saharaui residente en Ciutadella juzgada por la Audiencia Nacional por un delito de adoctrinamiento yihadista ha asegurado este lunes ante el tribunal que la Fiscalía ha «exagerado un poco» con su acusación. El ministerio público acusa a Coria M.S. de 26 años de «incitar a la incorporación a una organización terrorista» y de llegar a preguntar a terceros si querían inmolarse con ella.

«Hay frases sacadas de contexto y palabras malinterpretadas», ha explicado la acusada en su declaración, «tienen ahí dentro de la acusación unas frases que yo hice bromeando totalmente. Es absurdo pensar otra cosa, se lo estoy diciendo a mi mejor amigo». En su intervención ha descartado contestar a las preguntas de la Fiscalía.

El ministerio público solicita para ella la pena de 3 años y 6 meses de prisión, sustituible por la expulsión del territorio español.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía esta mujer, al menos desde 2015, sufrió «una progresiva radicalización en postulados de carácter yihadista» que le llevó «a consumir y difundir material videográfico de tal naturaleza».

Destaca que esa deriva pudo venir provocada por influencia de su hermano, que se integró como combatiente al servicio del Estado Islámico del Gran Sáhara (Daesh) y que falleció en el desarrollo de su actividad terrorista.

«¿No quieres inmolarte conmigo?»

El fiscal apunta que para «proveerse de material idóneo para su ideologización en la yihad terrorista», la acusada participó en un grupo de Telegram que era un repositorio de material propagandístico de Daesh.

Además, explica que la acusada difundió la doctrina yihadista «con la finalidad de captar a otras personas», y que de hecho ensalzó a miembros terroristas yihadistas y a sus acciones. «Hasta tal punto la acusada estaba identificada con los postulados de la organización terrorista que incluso se llegó a plantear la comisión de acciones terroristas por sí o a terceros», indica.

A tal fin mostró reiteradas veces «interés por chalecos y cinturones explosivos, por ciertos objetos de doble uso, como drones o una pulsera táctica con navaja oculta, y por el manejo de armamento». Y recoge el fiscal que fue captada una conversación con otra persona en la que le preguntaba si no quería inmolarse con ella. «¿No quieres inmolarte conmigo? En el paraíso hay muchas doncellas», decía.

«Yo siempre hice publicaciones hablando del tema de mi causa, estamos además en plena guerra. Me metieron una búsqueda sobre un dron, y yo estaba buscando las victimas de un dron que esta atacando territorios liberados y han interpretado como que he estado buscando el dron como un arma», ha explicado la acusada.

En la sesión de la vista oral ha depuesto una agente que se encargó de realizar el atestado que relata su supuesta radicalización. Los seguimientos comenzaron, ha explicado, porque descubrieron contactos de la acusada con un detenido por terrorismo en Alemania.

La influencia de su hermano

En este contexto, ha explicado que uno de los principales referentes que habría influido en su radicalización fue su hermano, sobre el que consta información de que era miembro activo del Estado Islámico del Gran Sáhara destinado en Libia hasta que falleció en una contraofensiva.

«Ella dice que la verdadera lucha de los musulmanes es otra más grande, entendiéndose la yihad global con acciones en Siria o Irak así como la propia actividad de su hermano mártir», ha apuntado, señalando que la acusada siempre ha mostrado su deseo de instaurar el califato y su odio hacia Occidente.

La defensa pide la absolución

Su defensa, por su parte, ha solicitado su absolución sosteniendo que su clienta «no tenía una intención muy clara de inmolarse». «Estaba más bien aburrida. No parece que estemos ante una persona muy activa», ha apuntado.