Son datos que forman parte de la diagnosis de movilidad realizada como primera fase de la elaboración del Pla de Mobilitat Sostenible de la UIB. Los datos han sido presentados este lunes por Adrià Muntaner, vicerrector de Campus i Universitat Saludable; Joana Maria Seguí, catedrática de Geografia Humana; Pau de Vílchez, subdirector del Laboratori Interdisciplinari de Canvi Climàtic; y Maurici Ruiz, profesor titular de Geografia Física. La diagnosis incluye los resultados de la encuesta Hàbits de mobilitat de la comunitat universitària de la UIB.
Pese a la preeminencia del vehículo privado, el uso de este medio de transporte ha bajado un 13 % respecto a la última encuesta, de 2017. De todos los usuarios de vehículo privado, el 75 % corresponde a un conductor solo o único ocupante.
El medio de transporte público más utilizado es el metro, con el 73,7 %. Y los factores más destacados por los usuarios del transporte público son la gratuidad (62,5 %, aunque puede desaparecer a partir del próximo enero tras entrar en vigor en el curso 2022-23), la comodidad (42,4 %) y la proximidad al lugar de residencia (45,5 %).
De entre los colectivos universitarios, los alumnos de grado son los que más utilizan el transporte publico, con el 49,8 % (prácticamente la mitad), mientras que las mujeres se decantan más por el vehículo privado, hasta diez puntos porcentuales más que los hombres (55,9 y 45,2 %, respectivamente).
La duración media del desplazamiento al campus es de 40,8 minutos. Cuanto mayor es la distancia entre el lugar de residencia y el campus, más se recurre al transporte privado. No obstante, los municipios del Raiguer y el Llevant, en sus desplazamientos hasta la UIB, utilizan más el transporte público al contar con el tren. Sin embargo, un usuario de Son Servera, a donde no llega el tren, puede invertir 85 minutos en llegar a la UIB a través del transporte público. «La autopista Llucmajor-Campos ha aumentado la afluencia de vehículos privados hacia la UIB desde el Migjorn, siendo la única comarca que lo ha hecho», ha apuntado Seguí.
Muntaner ha explicado que «estamos manteniendo reuniones con las diferentes administraciones para avanzar hacia una movilidad sostenible y ya hay medidas en marcha, como el servicio de Bicipalma en el primer semestre de 2025, con 250 bicicletas, y la implantación de más frecuencias del metro en horas punta. Estamos estudiando las alternativas de reducir u optimizar las 3.352 plazas de aparcamiento en el campus, en las que se podría dar prioridad a los vehículos compartidos o a los procedentes de municipios con más deficiencias en el transporte público».
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