Marga Perelló, junto a su flamante Seat 600 D que adquirió su marido hace 16 años. | Juan Miguel Giménez

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Marga Perelló comparte con su marido Mateo la pasión por los coches y en particular por los icónicos Seat 600 y en la actualidad es la presidenta de la asociación de aficionados de este tipo de vehículos en las Islas. Aquí la vemos con un modelo D, del año 1969 que su marido Mateo compró un año antes de casarse y que lo adquirió al hijo de un comerciante de Ciudad Jardín que lo utilizaba únicamente para ir cada día a Mercapalma. Ni qué decir tiene que el coche estaba en muy buenas condiciones.

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Mateo explica que desde siempre le han gustado estos coches y cuando empezó a trabajar como mecánico, su mayor ilusión era tener un 600 y por ello no paró hasta conseguirlo pese a la oposición inicial de su padre. Aunque, como él comenta, «al final no tuvo más remedio que dejar que hiciera lo que yo quisiera».

En la actualidad dispone de dos vehículos de este tipo totalmente operativos y se encuentra inmerso en otra restauración bastante complicada, aunque como él dice, «este hobby es cuestión de echarle muchas horas a tiempo perdido, no te puedes parar a pensar en las horas, de lo contrario no lo harías, aunque también es una forma de compartir experiencias con otras personas que tienen la misma pasión por este tipo de vehículos».