Toni Sitjar está realmente encantado con este Seat 1430 de 1969, un coche que marcó un hito para la marca. | Juan Miguel Giménez

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Toni Sitjar es un mecánico ya jubilado que ha hecho de los coches clásicos su pasión. En realidad lo que más le gusta es comprarlos y restaurarlos poco a poco, nada de prisas, pues como él mismo nos comentaba, tiempo es lo que más le sobra en estos momentos. Ha tenido varios coches y una vez restaurados se ha deshecho de ellos. En la actualidad tiene dos Seat, un 600 y un 1430.

Respecto al 1430, es un modelo de 1969 en color blanco, muy habitual en aquella época, y con la tapicería en rojo, que combinaba perfectamente. Lo compró en 2012 después de verlo en un anuncio en la prensa. Explica que el vehículo estaba en muy mal estado, con grandes problemas de chapa y motor. Dejarlo en el estado en el que ahora se encuentra –parece como si el tiempo no hubiera pasado por él– le llevó dos años, ya que hubo que emplearse a fondo para remodelar todo el chasis, con pintura nueva, y el motor, que necesitaba un buen repaso.

Afortunadamente, sus conocimientos de mecánica le sirvieron para ello, ya que desde 1974 hasta 1988 tuvo un taller y muchos de los coches que entraban para ser reparados eran precisamente de la marca Seat, que vivía sus años dorados tras el éxito del 600 y los modelos que salieron a continuación del coche que sirvió para que España diera por terminada su época de postguerra.

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Entre los modelos que tuvo destaca un 1400 que terminó y un Volkswagen ‘escarabajo’ que terminó vendiendo en Valencia y Menorca. Además, ha hecho algunos pinitos con motocicletas y en la actualidad tiene dos restauradas, aunque su pasión son los coches. Una de sus mayores ilusiones sería poder hacerse con un 1500 para poder restaurarlo. No le importa mucho el trabajo que tenga que hacer, ya que dispone de un pequeño taller en su casa, lo que le permite hacer las reparaciones con tranquilidad y sin prisas.

En cuanto a estos vehículos, también conocidos popularmente como catorce treinta, era un turismo producido por SEAT en su factoría de la Zona Franca en Barcelona bajo licencia Fiat, con carrocerías berlina y de cinco puertas de tipo familiar. Estaba basado en el Fiat 124, del que se diferencia principalmente por detalles de tipo estético, como su calandra específica y los dobles focos cuadrados.

El vehículo fue presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. Básicamente, se trataba de una versión concebida específicamente para el mercado local del Fiat 124, al cual se le añadían ciertos elementos para darle un toque diferencial. Tras varias versiones mejoradas, en 1975 se dio por finalizada su producción para dar paso al 131.