Antonio Juan, junto a su Seat 131 Supermirafiori de 1984, un coche con el que lleva media vida al volante. | Juan Miguel Giménez

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Antonio Juan nos muestra orgulloso su 131 Supermirafiori de 1984, un coche que compró después de pasar por el Seat 600, como muchos otros españoles. El paso era lógico en aquella época, ya que se trataba de un vehículo elegante, fiable y familiar ideal para una familia con hijos, como era el caso de Antonio. Nos cuenta que el coche lo adquirió directamente en el concesionario Casa Garau. Se decidió por comprar este modelo gracias a los descuentos que obtenía por ser trabajador de Gesa, una empresa estatal como lo era la Seat por aquella época, donde el Estado tenía una importante participación o controlaba empresas en distintos sectores de la economía. Antonio recuerda que le costó 1.000.070 pesetas de la época ya matriculado.

EL COCHE DE SU VIDA
Antonio no es un coleccionista, sino un jubilado que tiene el coche de toda la vida, con el que iba y venía al centro de trabajo en la central de San Juan de Dios, y que por nostalgia se quedó con un 850 Especial de su padre cuando éste murió. Por lo que respecta al coche, está en perfectas condiciones a pesar de sus más de treinta años y de sus casi trescientos mil kilómetros hechos en la Isla. El vehículo no ha salido de Mallorca, salvo un viaje de tres días que Antonio y su familia realizaron a Menorca. A pesar del trote, el coche está en excelentes condiciones y en sus años de vida no ha dado el más mínimo problema. Su dueño lo achaca a que sólo él lo ha conducido todo este tiempo y asegura que eso es importante para un coche, «muchas manos no son buenas», asegura.

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1975, AÑO DE SU PRESENTACIÓN
Presentado en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1975, el 131 tuvo inmediatamente gran aceptación al ser un coche elegante, fiable y muy moderno frente al Seat 1430 al que sustituyó. Al contrario que en el caso del Fiat 131, su aparición no supuso el fin de la comercialización en el mercado local del 124. A diferencia de los Fiat, para los que se había desarrollado toda una gama de mecánicas basadas en los motores del Fiat 124 y que dividía la gama entre los Mirafiori, con motores monoárbol de bajo consumo –de 1297, 1301, 1357 y 1585 cc– y Supermirafiori con motores biárbol de hasta 1.995 cc, el Seat 131 utilizó exclusivamente motores y transmisiones de origen Fiat 124-S y Fiat 132, no montándose nunca los propulsores de la versión original italiana excepto en las unidades destinadas a la exportación, siempre bajo marca Fiat. El primer diésel de catálogo no aparece hasta septiembre de 1978, con el Perkins.

En su contexto este primer 131 diésel era una alternativa de fábrica a los frecuentes kits de transformación de vehículos de gasolina para profesionales que utilizaban como base el 131. Seat hasta entonces ofrecía sus motores diésel de fábrica solo en los llamados ‘Seat grandes’, primero el 1.500 y luego el 132, y optó por escalonar su gama ofreciendo sólo esta variante diésel de menor potencia para el 131.