Santiago Fullana, junto a su Ford Mustang Convertible de 1966. | Juan Miguel Giménez

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Santiago Fullana es el propietario de este precioso Ford Mustang Convertible de 1966 que tiene una gran historia detrás. El coche llegó a las manos de Santiago en 2014 y es el segundo propietario del mismo después de comprárselo a un americano que se vino a residir a España. Conversar con Santiago fue toda una experiencia. Es un gran erudito en materia de coches y lo sabe casi todo sobre clásicos; le podemos considerar como un gran enamorado de este tipo de vehículos, aunque tiene una premisa: le gustan los coches con pátina, nada de imitaciones o de restauraciones alocadas que cambian por completo el concepto de coche clásico. Cuantas más piezas originales conserve, mucho mejor.

UN COLOR EXCLUSIVO
En cuanto al coche, hay que decir que lo que le hace peculiar es su color, muy poco visto y poco corriente, conocido como sauterne gold metallic. Fue fabricado en la factoría de San José en California. Tiene un motor de 6 cilindros y 130 CV de potencia, fue fabricado entre los años 1964 a 1968 y tuvo una gran aceptación: en el primer día de puesta a la venta se realizaron 20.000 pedidos.

Pero lo que hace realmente peculiar a este coche es que pese a sus años está totalmente original, ni una sola pieza se le ha cambiado y mucho menos nada de su tapizado o del interior, algo que valora mucho Santiago, al que le gustan los coches así, con años pero con sus piezas originales, una característica que un buen coleccionista que se precie debe pedir para sus coches.

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Si alguna pega se le puede poner a este vehículo cincuentón es que no tiene dirección asistida, por lo que bajar hasta sa Calobra, por ejemplo, no es un agradable y cómodo paseo, pero tiene otras virtudes que lo hacen ideal para las carreteras mallorquinas. Al ser un coche de sólo 130 CV se puede conducir con facilidad y mantiene una velocidad ideal para muchas de las carreteras de la Isla. Precisamente nuestro interlocutor lo utiliza para salir los fines de semana a dar una vuelta, aunque reconoce que no lo suele utilizar mucho, sólo lo necesario para que el vehículo se mantenga en óptimas condiciones.

MUCHA INFORMACIÓN
Una de las curiosidades de las que nos contó su propietario es que su primer propietario americano, que parece que era una persona meticulosa a más no poder, junto con la documentación del coche le entregó una serie de documentos en los que relataba con todo lujo de detalles los kilómetros que recorría cada día, la gasolina que gastaba, las facturas de las veces que fue al taller, etc.

En fin, una guía práctica de la vida del vehículo desde su adquisición hasta que decidió venderlo, algo que demuestra por qué ha llegado a las manos de su actual dueño en tan buenas condiciones. Lo tuvo cerca de 40 años en su poder de los cuales los últimos seis años estuvo circulando por las carreteras de la Península. Pero si esto resulta poco usual, más lo es que el coche llegara a su actual propietario con cinco impactos de bala en su carrocería que tuvieron que ser cuidadosamente eliminados para que el coche no perdiera su belleza y su singularidad. En fin, un coche único que más de un coleccionista quisiera tener en su garaje, ya que hablamos de uno de los iconos que la marca norteamericana fabricó y sigue fabricando para deleite de sus más incondicionales admiradores.