La estética del nuevo Opel Mokka X ha recibido cambios muy interesantes, entre los cuales destacan la parrilla delantera y los nuevos faros de led.

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La marca alemana sigue con paso firme la renovación de su flota y esta vez le ha tocado el turno al Mokka, el pequeño SUV de la marca, que sigue teniendo un buen índice de ventas, aunque la verdad es que le hacían falta los cambios que se han introducido, que siguen la estela de los Corsa y Astra.
Las medidas siguen siendo prácticamente las mismas del anterior, aunque se ha producido un acertado lavado de cara en el diseño exterior, pero en el interior la renovación ha sido mucho mayor, hasta el punto de ser todo prácticamente nuevo.

Las dimensiones de este vehículo se encuentran a medio camino entre las del Corsa y las del Astra, a los que gana obviamente en altura y en volumen.

La parte anterior del vehículo cuenta ahora con unos prácticos faros led, a los que se les ha proporcionado un diseño muy parecido al del Astra, además de tener una nueva calandra delantera que va acompañada de unos parachoques bastante voluminosos.

La zona posterior del vehículo cuenta con unos faros más pequeños –también leds–, menos discretos que antes y que encajan con el carácter jovial del vehículo. De esta parte también cabe destacar la parte inferior, con protectores que lo hacen un poco más off road.

PROPULSOR

En cuanto a la motorización, el vehículo que hemos probado cuenta con el acertado 1.6 CDTI de gasóleo de 136 CV, que ya sustituyó en su día al ya veterano de 1.7 cc y 130 CV de potencia.

Se trata de un propulsor con tecnología downsizing, con una cilindrada inferior, pero con más potencia y mejor cifra de par. Así, en aceleración, los casi 10 segundos que tarda para ponerse de 0 a 100 Km/h es muy buena, que no varía demasiado de la que ofrecía el anterior propulsor; eso sí, con una mayor elasticidad a bajo régimen, que siempre es algo positivo.

El 1.6 CDTI utiliza un turbo de geometría variable y sistema de inyección common rail que trabaja a 2.000 bares de presión y el propulsor funciona de manera bastante más silenciosa que el 1.7.

Si nos referimos al consumo, los 4’2 litros que ofrece la marca como consumo medio no distan demasiado de los cinco que hemos obtenido nosotros en un recorrido mixto y mejora en un litro el consumo del anterior motor, que no es poco.

El comportamiento del vehículo es de bastante aplomo en las curvas y absorbe de manera eficaz las irregularidades del terreno, lo cual se agradece. Se puede decir que es un vehículo muy estable, y no tiende a subvirar ni a sobrevirar en exceso, con lo que no se llega a tener sensación de inseguridad en ningún momento. Más bien son más duras de lo que era de prever en principio.

El interior del Mokka X ya hemos dicho que es una de las grandes novedades del modelo, con una ausencia prácticamente total de interruptores cuando en el anterior modelo los había de todos los tamaños. Las funciones se han aglutinado en una práctica pantalla de generosas dimensiones en la consola central, desde la que se puede controlar prácticamente todo.

Las calidades de los materiales también se han visto mejoradas claramente, con lo que los ruidos interiores brillan por su ausencia.

Los marcadores también se han visto mejorados, sobre todo la pantalla central, en la que se ofrece mucha más información que antes, mejor distribuida y a todo color. Ahora es mucho más fácil llevar a cabo una conducción eficiente.

Los pasajeros posteriores podrían tener más espacio para las piernas y para tres ocupantes adultos la verdad es que se muestra un poco estrecho.