El fabricante francés contraataca con un SUV de pequeñas dimensiones pero muy amplio y con dotes de todo terreno de las que otros carecen. | Miquel Àngel Llabrés

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Si bien en la anterior generación del Citroën C3 ya hubo un intento de la marca francesa de poner a la venta un monovolumen de pequeñas dimensiones, que pudiera ser versátil y que derivara de un modelo de gran éxito de ventas como el C4 Picasso, la apuesta no salió como se esperaba.

Ahora con el nuevo Citroën C3 Aircross, que deriva directamente del Citroën C3 de tercera generación, la cosa cambia. De hecho, en esta ocasión se ha ido a tiro más seguro dándole esta imagen de vehículo SUV que tan de moda está en estos momentos, además de cierto carácter todo terreno real.

Sobre todo ahora que en muy poco tiempo se han puesto a la venta en el mercado multitud de vehículos pequeños con el “apellido” SUV como gran reclamo. Entre estos están el Seat Arona, Kia Stonic, Hyundai Kona, todos surgidos en la segunda mitad de 2017.

El nuevo Citroën C3 Aircross cuenta con una parte delantera muy parecida a la de su «hermano pequeño» C3, con doble faro, uno muy estrecho y otro cuadrado. Esto unido a unos parachoques prominentes con buenos faldones delanteros le da una imagen moderna y agresiva de lo más interesante.

La parte posterior va muy a conjunto con la delantera gracias unos faros bastante parecidos a los del DS3 y a unos parachoques también de grandes dimensiones y protectores en la parte inferior.

MOTOR
La unidad que hemos probado contaba con el propulsor de gasolina 1.2 PureTech de 110 CV, un eficiente motor de tres cilindros que cuenta con unes prestaciones interesantes y más que suficientes para un vehículo de sus características. Así, donde más destaca es en la aceleración, ya que tarda 10’2 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h, aunque después en la recuperación se queda un poco corto ya que le cuesta subir de vueltas cuando lo llevas en marchas largas. La verdad es que los 182 Km/h de velocidad máxima también son más que notables.

En cuanto a consumo, este también es bajo, ya que gasta según marca sólo 5 litros a los 100 Km, cifra que nosotros hemos elevado hasta los 5,8 litros, que tampoco está nada mal.

Del comportamiento en carretera cabe destacar que se trata de un vehículo bastante rutero, aunque en las curvas tienda a balancearse un poco debido a la suspensión más bien blanda con la que cuenta. Con ello consigue un equilibrio de lo más interesante entre comodidad de los ocupantes y posibilidad de conducción más o menos «agresiva».

Otro valor de lo más interesante de este vehículo es que hay posibilidad de cambiar la tracción dependiendo de la superficie o de las condiciones climatológicas del medio, con lo que se consigue más agarre en situaciones concretas, con el consiguiente aumento considerable de la seguridad de sus ocupantes.

El interior del C3 Aircross es muy parecido al del C3 del que deriva. Desde nuestro punto de vista algunas telas que lleva son prescindibles y cuenta con algunos plásticos que podrían ofrecer una mayor senación de seguridad. Incluso así se trata de un interior de lo más funcional, cuya consola central está presidida por una pantalla en la que se pueden configurar muchos de los parámetros del Aircross, además de disponer de un práctico GPS.

El marcador combina información analógica y digital de forma que el conductor pueda tener toda la información que necesita para tener en cuenta todos los parámetros que te pueden ayudar a llevar una conducción eficiente. En resumen, una interesante opción en su segmento.