Claudio Graciano es el propietario de este Fiat 128 de 1976 que en España no se comercializó y por eso es un vehículo difícil de encontrar | [ ]

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Claudio Graciano es un empresario argentino del sector de la restauración afincado desde hace más de medio siglo en España. Entre sus pasiones está una pequeña colección de clásicos que ha ido reuniendo a lo largo de los años. Nos cuenta que esta pasión le viene de lejos, ya que su padre ya era un gran amante de los clásicos y él heredó esta pasión. De ahí que siempre que el bolsillo se lo ha permitido ha ido incorporando algunos caprichos, pues asegura que este tipo de colecciones suelen ser caprichos.

Hace unos días tuvimos la ocasión de hablar con él y de que nos enseñara su Fiat 128 de 1976, que adquirió hace un año y que ha restaurado para dejarlo en perfectas condiciones. Nos decía que el coche lo vio a través de un foro donde se venden coches clásicos de segunda mano. Estaba en la localidad italiana de Orvieto, es un municipio de 20.692 habitantes en la provincia de Terni, región de Umbría, Italia. Se da la curiosidad de que el coche pertenecía al párroco municipal, que lo tenía desde hacía once años aparcado en un garaje sin hacerle funcionar.

VIAJE EN BARCO A ESPAÑA

Nos cuenta Claudio que no tuvo muchos problemas para ponerlo en marcha. Desde Civitavecchia lo embarcó hasta Barcelona y desde allí a Palma, donde procedió a su restauración. Le preguntamos si este coche tenía alguna cosa en especial y nos respondió que el motivo de su compra fue porque cuando cumplió 18 años su padre le regaló uno cuando vivían en Argentina, le traía muy gratos recuerdos y por ello no dudó en ningún momento en comprarlo cuando saltó la ocasión.

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Claudio, además de dedicarse a la restauración, reconoce que el mundo de la mecánica le atrae bastante y por ello a lo largo de los años ha ido aprendiendo algunas habilidades. Además, asegura que le relaja y que no tiene inconveniente en dedicarle unas horas cuando sale de su verdadero trabajo. Sobre el coche, nos comenta que no fue difícil su restauración, si exceptuamos que hubo que quitar más de una pegatina de santos, dada la profesión de su anterior propietario.

En cuanto al coche propiamente dicho, decir que el Fiat 128 es un automóvil de turismo del segmento C, con motor delantero transversal y tracción delantera, producido por el fabricante italiano entre los años 1969 y 1990 (último año de producción en Sudamérica, Argentina).

PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD

En su época fue presentado como el sustituto del legendario Millecento (Fiat 1100) y fue el primer modelo que Fiat comercializó con tracción delantera y motor transversal, según el diseño del célebre proyectista de la marca Dante Giacosa, tras el globo-sonda, comercialmente hablando, que supuso el lanzamiento del Autobianchi Primula de 1964, concebido por el citado ingeniero y que fue el pionero en equipar este tipo de configuración mecánica. Esta técnica, entre otras, ofrecía la ventaja de permitir a la mecánica ocupar un espacio mínimo, con la consiguiente ventaja que esto representaba de cara a la habitabilidad, la cual aprovechaba un espacio útil del 80 % para el habitáculo, destinando solo el 20 % restante a los elementos mecánicos. En el momento de su lanzamiento comercial ofrecía tres configuraciones de carrocería: berlina de dos puertas y cuatro puertas y familiar de tres. Ofreció en su lanzamiento un motor de 1116 cc, que desarrollaba 55 hp (DIN). Más tarde se introdujo una nueva versión con 1290cc, y finalmente un 1500 para ciertos mercados emergentes, que estaría presente en las versiones más equipadas comercializadas en dichos países. Estas avanzadas mecánicas creadas por el proyectista de motores de Ferrari, el ingeniero Aurelio Lampredi, contaban con árbol de levas en cabeza accionado por correa dentada de neopreno, lo cual supuso una primicia a nivel mundial en su momento.