La marca francesa empieza fuerte con el primer vehículo de la nueva generación DS, con el que se vislumbran modelos mucho más rupturistas | Miquel Àngel Llabrés

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El primer plato de la nueva generación DS está servido gracias a este nuevo DS7 Crossback, con el que ya se vislumbra que serán productos de lo más moderno, atractivos y deportivos, transmitiendo la nueva esencia de la marca.

Cabe decir que el resto de gama necesita un cambio urgente, que empezará este mismo año 2018, ya que se esperan algunos nuevos modelos de la marca, de los que han empezado a publicarse imágenes, con los que se espera un índice de ventas realmente bueno.

Al verlo por primera vez hace unos tres meses, tengo que decir que me cautivó desde el principio, tanto por su estética exterior como por su interior de lo más futurista, ya que carece de información analógica. Curiosamente, el reloj que se esconde cuando apagas el vehículo es el único elemento analógico del modelo.

La parte anterior se caracteriza por tener una imagen de lo más agresiva gracias a sus faros bastante finos con iluminación led, que están rodeados por una parrilla de grandes dimensiones con dibujos de diamantes, además de montar unos faros antiniebla de lo más interesantes. La parte posterior de este SUV, por su parte, cuenta con unos faros también muy estrechos y atractivos, ya que iluminados reflejan una especie de dibujo de rombos que le quedan muy bien.

La unidad que hemos probado equipaba el motor 2.0 BlueHDi de 180 CV de potencia, el más potente de la gama diésel. En gasolina hay una versión 1.6 de 225 CV de potencia que tiene que resultar muy interesante por sus prestaciones.

Este motor BlueHDi que hemos conducido contaba con el cambio automático de 8 velocidades, que es el que monta todo el grupo PSA. Se trata de un cambio muy interesante, seco, que dispone de diferentes modos de conducción, con lo que es como si tuvieras dos coches en uno. Además, incorpora la ayuda de las levas del volante para poder llevarlo un poco más radicalmente.

Así como en otros vehículos hay un escalonamiento muy diferenciado entre los modos de conducción, en el caso de este DS7 se trata de un escalonamiento muy gradual, y con el modo ECO se puede adelantar perfectamente sin problema. Con el modo Sport, al acelerar genera un ruido de tubo de escape de lo más característico.

Las prestaciones son interesantes, ya que acelera de 0 a 100 Km/h en 9,4 segundos y la velocidad máxima es de 215 Km/h. Son prestaciones interesantes, aunque no deportivas, pero más que suficientes tratándose de un SUV de dimensiones considerables.

El consumo, por su parte, es también muy interesante, porque los 4,9 litros a los 100 kilómetros anunciados por la marca, nosotros sólo los hemos elevado hasta los seis, que también es una cifra buena para ser un vehículo de estas dimensiones.

El interior ya hemos dicho que cuenta con una imagen futurista, en la que, para ponerle un pero, sobra una consola central tan gruesa que llega prácticamente hasta las plazas posteriores. Este elemento hace que las piernas de conductor y acompañante tengan un menor espacio del que sería menester, sin llegar a ser una pega importante.
El marcador es totalmente digital y permite cambiar la apariencia pulsando un solo botón. La consola central –en la parte superior– dispone de una gran pantalla táctil (de las más grandes de su segmento), gracias a la que se puede tener mucha información de diferentes parámetros del vehículo, con un manejo de lo más intuitivo.

El espacio para los ocupantes de las plazas posteriores también es más que suficiente para que vayan tres adultos sentados de forma cómoda. Los 550 litros del maletero complementan el espacio para que se puedan realizar grandes viajes sin necesidad de mayor espacio.