La marca sueca acaba de incorporar este propulsor diésel de 150 CV, que ofrece unas prestaciones interesantes, destacando por sus buenas prestaciones y su gran finura | Miquel Àngel Llabrés

TW
0

Nos faltaba probar el último motor que ha pasado a formar parte de la ‘familia XC60’, el D3, que es el propulsor de 150 CV y que no sabíamos si sabría a poco en un vehículo de estas dimensiones y peso. Como veremos después, lo cierto es que no nos ha decepcionado en absoluto, lo cual se agradece porque abarata un poco el producto.

El vehículo que hoy nos ocupa, el Volvo XC60, es un SUV del segmento D que se presentó por primera vez como prototipo en el año 2007 en el Salón de Detroit, aunque no fue hasta el año siguiente cuando se puso a la venta.

En el año 2013 se llevó a cabo un restyling bastante completo, aunque fue el año pasado, en 2017 cuando se convirtió en un vehículo totalmente renovado, con nueva estética exterior y un interior más acogedor y moderno.

DISEÑO
Estéticamente, llama la atención sobre todo por su frontal, que adopta los faros que ha ido incorporando la marca a sus nuevos modelos y que le confieren un carácter más moderno e incluso agresivo al tener una parte delantera más afilada.

De la zona posterior, aunque sigue la marca situando los faros en posición vertical, muy al estilo Honda CRV, en este modelo son mucho más estilizados, lo que unido a la iluminación led de los mismos, hace que el modelo tenga un estilo mucho más moderno.

El motor que nosotros hemos probado ahora es el menos potente de la gama, el D3 (hasta ahora lo era el D4), un propulsor de 1.969 cc diésel, que desarrolla 150 CV de potencia y cambio manual de 6 velocidades.

A pesar de ser el motor menos potente de la gama, las prestaciones son más que suficientes para poder conducirlo de forma bastante alegre por las carreteras, pudiendo adelantar con total seguridad. Está claro que el chasis está concebido para llevar motores más potentes, pero éste le va bastante bien.

Su cifra de par, 350 Nm entre las 1.500 y las 2.500 rpm, demuestra bien a las claras que es un vehículo con buenas prestaciones desde bajas revoluciones. Los 10,2 segundos que tarda para alcanzar los 100 Km/h con salida parada y los 190 Km/h de velocidad máxima completan un conjunto de prestaciones por parte del vehículo suficientes en carretera. Otro apartado en el cual destaca sobre manera es en el consumo, ya que los 5 litros a los 100 Km de media anunciados por la marca, nosotros los hemos subido sólo hasta los 5,8, que es una cifra espectacular teniendo en cuenta las dimensiones y peso del XC60. Mide 4,68 metros de largo.

Hay que pensar que un SUV tiene sus características dinámicas mermadas por su altura y peso, que no le permite trazar las curvas como se haría con una berlina más baja, aunque el XC60 en concreto, gracias a unas suspensiones muy equilibradas (más bien blandas), responde bastante bien en carreteras viradas.

El interior es otro de los apartados donde el nuevo XC60 cubre perfectamente las expectativas creadas. Aunque hay que decir que la unidad que hemos probado era bastante básica, los materiales del interior tienen una usencia casi total de plásticos. Para ponerle un pero quizá sería el tejido de los asientos o de las puertas, que es un poco mejorable.

El equipamiento de serie de esta unidad era completable porque es capaz de llevarlo todo y más. En el interior hay una ausencia casi total de elementos analógicos en el cuadro de mandos y monta una pantalla presidiendo la consola central, que está situada en posición vertical al estilo Renault, aunque a diferencia de la francesa, el del sueco no ofrece la información dispersa, sino que es intuitiva y te permite acceder a la configuración del vehículo con facilidad.