Un rincón de una finca de Santa Eugènia nos ha servido como escenario ideal para este vehículo de la marca coreana con un diseño bastante interesante.

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Tuvimos la ocasión de probar en su momento el Hyundai i30 en las versiones diésel de 136 CV y el de gasolina 1.4 TGDI de 140 CV y ahora hemos tenido en nuestras manos este nuevo Hyundai i30 Fastback 1.0 TGDI de 120 CV.

La denominación que ha buscado la marca de ‘fastback’ para este nuevo i30 es muy interesante porque el de berlina u otro parecido ya no tiene demasiados adeptos en el mundo de la automoción. De hecho, se trata de una berlina con un maletero de grandes dimensiones y con una disposición de cinco puertas, es decir, el maletero comunica con el habitáculo. Con esto se consigue una ‘boca’ del maletero mucho mayor y por tanto, más practicidad.

Como hemos comentado en otras ocasiones, la firma coreana es, sin duda, una de las que más ha evolucionado sus vehículos en todos los aspectos (calidad, estética y comportamiento) en los últimos años, lo cual se ha traducido en un crecimiento exponencial de sus ventas, tanto en España como en gran parte de Europa.

En cuanto a la estética, el i30 Fastback no es un coche que llame mucho la atención, aunque sí se trata de un modelo con un atractivo interesante, tanto delante como detrás.

La parte delantera destaca por tener unos faros muy al gusto europeo, que se han ido estilizando a lo largo de los años, a lo que se añade la iluminación led diurna y nocturna, con una línea de luces diurnas de lo más interesante.

Las ópticas de la parte posterior recuerdan un poco a las que lleva algún vehículo Coupé de Mercedes, con lo que da una idea del empeño que ha puesto la marca por darle un toque deportivo a esta carrocería.

Como hemos avanzado antes, el automóvil que hemos probado esta semana es el que incorpora el propulsor 1.0 TGDI de 120 CV. Se trata de un motor que nos ha gustado bastante al ser equilibrado. Con este motor, la marca ha entrado de lleno en la carrera de la mayoría de las marcas de equipar sus vehículos de gasolina con propulsores con baja cilindrada y potencia más que suficiente, con lo que se consigue una mayor eficiencia energética.

Con este motor, el vehículo ofrece unas prestaciones suficientes, aunque le falta un poco de aceleración en bajas vueltas y en la recuperación también se queda un poco corto. Donde más cómodo se encuentra este propulsor es a partir de las 2.500-3.000 vueltas, donde la aceleración es mucho más notable. Los 11,5 segundos que tarda en acelerar de 0 a 100 Km/h es una muestra de lo que hemos dicho, pero es suficiente. El comportamiento en carretera del i30 es bastante neutro, lo cual facilita que en las curvas se muestre firme y que se puedan trazar a velocidad más bien alta sin que el vehículo tienda a subvirar ni a sobrevirar en ningún momento.

El consumo de 5,2 litros a los 100 km anunciado por la marca, nosotros, en una conducción mixta, los hemos elevado hasta los 6, una cifra que está muy bien teniendo en cuenta que se trata de un modelo de gasolina.

El interior es otro de los aspectos realmente destacables de este modelo. Nos ha sorprendido ya de primeras el excelente espacio interior para los cinco posibles ocupantes del vehículo, que van muy cómodos sin que las piernas padezcan en absoluto una falta de espacio, al contrario.

El maletero ofrece una capacidad de 450 litros (55 l. más que el compacto), muy regular y de los mejores de su categoría.

En cuanto a tecnología, equipamiento y calidades, Hyundai ha echado el resto con elementos de seguridad y de comodidad más propios de vehículos de segmentos superiores. Por ejemplo, esta unidad contaba con pantalla táctil de grandes dimensiones con navegador.