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La línea ferroviaria de Inca ha pasado de tener nueve estaciones a contar con catorce en ocho meses. A las nueve contabilizadas entre Palma e Inca, en enero se sumaron las de Muro, Llubí y sa Pobla y en marzo, el apeadero del polígono industrial de Marratxí. Ayer, además, entró en funcionamiento el apeadero en es Pont d'Inca Nou.

La empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) cumple de esta forma el compromiso adquirido con el Ajuntament de Marratxí de dotar de más paradas del tren en el municipio. De hecho, ya son cuatro y el nuevo apeadero es un paso más hacia el tren de cercanías de Marratxí.

En estos momentos, el recorrido entre Palma y la primera estación Marratxí se realiza en cinco minutos. En dos minutos, el ferrocarril hace el trayecto entre la estación de es Pont d'Inca y el apeadero de es Pont d'Inca Nou. Y un minuto tarda desde es Pont d'Inca Nou al apeadero del polígono. Finalmente, del polígono a la estación de Marratxí, el tren tarda en llegar dos minutos.

El apeadero de es Pont d'Inca Nou se ha dotado de bancos y papeleras y ya se ha criticado que no se hayan instalado marquesinas. Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) ya ha avanzado que las marquesinas para protegerse del sol y de las lluvias se colocarán el próximo mes de septiembre. Problemas burocráticos han impedido que se instalasen antes. El precio del billete entre Ciutat y es Pont d'Inca Nou será de 115 pesetas, el mismo que para el polígono.