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M.SERRA/M.POQUET Inca dio ayer de manera oficial el pistoletazo de salida a las fiestas del Dijous Bo con el pregón de fiestas a cargo de la periodista Lina Pons, quien confesó recuperar sus «señas de identidad como inquera».

El alcalde de la localidad, Pere Rotger, por su parte, destacó que con el pregón «empieza mi último Dijous Bo como primer edil». De esta manera, Rotger se sirvió de las «palabras de préstamo» de los anteriores pregoneros. El alcalde hizo también mención a la crisis actual y abogó «al optimismo» para salir adelante. Rotger calificó Lina Pons como «mi última pregonera» y «una auténtica profesional de los pies a la cabeza».

Después de los elogios, el numeroso público que llenaba la Iglesia Santa Maria la Major ovacionó a la periodista. «Es más fácil hacer un informativo», bromeó Pons, quien reflexionó sobre el Dijous Bo y tuvo un sentido recuerdo a su padre, Antoni Pons, quien fue alcalde de Inca, y su estima hacia la ciudad.

Pons aseguró «estar en total desacuerdo» con los detractores que insinúan que el Dijous Bo ha perdido su esencia y defendió «que la evolución y el mestizaje que ha sufrido la feria ha enriquecido la celebración, pero ésta no ha perdido sus señas de identidad». Según la pregonera, el Dijous Bo «es una de las raíces indiscutibles de Inca porque es la mejor feria de Mallorca y, además, es nuestra».

Pons puso punto y final al pregón con unas palabras dedicadas a su padre, al que definió como «el príncipe azul de Inca» por «amarla de la manera que a una mujer le gustaría que le amara un hombre».