Imagen de una de las viviendas del poblado tapiadas por Endesa y ocupadas por personas sin recursos. | Elena Ballestero

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Pocas son las construcciones del pasado industrial de Mallorca que han sobrevivido al paso del tiempo. El llamado poblado de Gesa, situado frente a la central de Alcanada en Alcúdia, es uno de los escasísimos conjuntos que gozan de un alto nivel de protección, que obliga a la conservación íntegra, no solo de los elementos que lo conforman, sino incluso del trazado de sus calles. Nada más lejos de la realidad.

Construido en 1957 por Josep Ferragut (autor también del emblemático edificio de Gesa en Palma), el poblado, un hito en su época, presenta hoy un estado deplorable. En agosto de 2000 Gesa dio un mes a sus trabajadores jubilados y viudas para que dejaran el poblado. La operación se frustró en un primer momento, pero 14 años después solo tres trabajadores y viudas conservan sus casas. El resto (el conjunto está integrado por una treintena de viviendas) han sido mayoritariamente ocupadas por familias sin recursos, muchas de ellas pendientes de desalojo y con expedientes judiciales abiertos.

Gent per Alcúdia denuncia el estado de abandono del poblado, advirtiendo del problema patrimonial y humano. Gent per Alcúdia asegura que, a medida que se jubilan los inquilinos, Endesa tapia con bloques puertas y ventanas para evitar que las casas sean ocupadas.

Apuntan incluso que algunos interiores han sido destruidos para evitar la ocupación. Sospechan que pueda haber una operación especulativa y piden al Ajuntament una intervención urgente. Endesa justifica sus actuaciones en la «necesidad de garantizar la seguridad de las personas que viven allí y del valor patrimonial del conjunto». Informa de que se ha contratado vigilancia las 24 horas «para minimizar riesgos» y confirma que hay varios procedimientos judiciales abiertos. No confirma ni desmiente que el poblado esté en venta.